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El último poema que escuché en La Casa del Escritor

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Desde hace un par de meses quería escribir este post, pero, o no me tomaba el tiempo, o andaba en un millón de cosas. Esto pasó el año pasado, el 3 de enero, el día de la última sesión de La Casa del Escritor. Ese día hubo casa llena, estuvo casi todo el taller de poesía. Entre los que ya tenían ratos de no llegar, estuvo Ana Escoto, que por esos días había venido de México; llegó Alberto Quiñónez, que tenía unos dos años de no aparecerse; llegaron Tere, Sandra y Herberth, que eran asiduos de La Casa, pero que en noviembre habían estado en una residencia para artistas en Nicaragua, y a quienes había que oír, a quienes por ningún motivo se podía dejar de oír, contar todas las bayuncadas de su viaje. Y también, entre la gente que sólo llegaba cada tantos meses, llegó Claudia Herrera. Claudia es de Santa Ana, los meses anteriores había pasado por una mala racha de cosas y de trabajos y había llegado varias veces a mi casa para digitar los pedazos de un poema largo que iba escribiendo en h

Memorias de la Casa en la YSUCA

Mañana vamos a estar en el programa La Bohemia, de Radio YSUCA, para presentar Memorias de la Casa . No se lo pierdan. A las 7:00 p.m. en el 91.7 FM, o en la YSUCA online.

It's a new generation of party people

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Mañana presentamos  25 poetas. Memorias de la Casa , la antología del taller de poesía de La Casa del Escritor. Estoy muy feliz por eso. La antología es publicada por Índole Editores y la Fundación Claribel Alegría, con el apoyo de la Embajada de España en El Salvador y AECID.     He disfrutado durante años de los poemas de mis compañeros del taller. Algunos me los puedo de memoria, enteros o por fragmentos. Me los digo mientras camino o voy en el bus, y digo: «Wooow!» ,  y me río y lloro y digo: «Yo quiero escribir algo así». Para mí, una señal de que un poema es buenísimo es que me da envidia, y los de ellos me dan mucha envidia. Sonrisa y envidia.   Índole Editores nos propuso hacer la antología. Carlos Clará habló conmigo para eso y yo se lo conté a los compañeros. Me acuerdo de ese día. Fue el 3 de enero del año pasado. Era la primera reunión del año. Hubo casa llena: estuvimos unos veinte, con cocacola, pan dulce y toda la algarabía de La Casa. Era la primera reunión después de l

La canción de amor de J. Alfred Prufrock

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La canción de amor de J. Alfred Prufrock T. S. Eliot S'io credesse che mia risposta fosse A persona che mai tornasse al mondo, Questa fiamma staria senza piu scosse. Ma percioche giammai di questo fondo Non torno vivo alcun, s’i’odo il vero, Senza tema d’infamia ti rispondo. Vamos, pues, tú y yo, Cuando la tarde se extiende por el cielo Como un paciente anestesiado sobre una mesa; Vayamos, por ciertas calles medio vacías, Los refugios murmurantes De noches agitadas en hoteles baratos Y restaurantes con aserrín y conchas de ostras en el piso; Calles que se prolongan como un argumento tedioso Con la insidiosa intención De conducirte a una pregunta abrumadora. Oh, no preguntes «¿De qué se trata?». Vayamos y hagamos nuestra visita. En el salón las mujeres van y vienen Hablando de Miguel Ángel. La niebla amarilla que se frota la espalda contra el cristal las ventanas, El humo amarillo que pega su hocico al crist

Uno dice

Uno dice neblinas, sabe sueños, oye luces lejanas desde mañanas verdes, sabe cielos quemados hacia viento y caballos, pronuncia mariposas de vidrio y lo que entiende, lo que cree que entiende del país de su sombra y lo poco que sabe y lo mucho que siente; confundiendo palabras con relámpagos negros que germinan y escapan y no dicen y queman, que le queman la boca, las pupilas a uno, que es uno y los que han sido y los que vienen y no saben que uno no los sabe ni un poco, aunque nazcan de uno y de sus muertes. Uno surge huracanes con los dedos cuando hay lluvia en el mundo y uno llueve. Uno sabe que saben las palabras una vida distinta de paredes, que ya eran sin uno, que fueron porque uno las habitó de hélices y que van a quedar cuando uno, aunque uno no quiera, no quede. Uno tiene silencios de fuego. Uno quiere decir y no puede. Uno ocurre el Abismo. Eso es todo. Uno dice y no entiende. Eso duele. Pero eso no importa. Un