Canción para una muchacha infinita, 2
Sobre una canción genial
La libertad de ser una canción,
la libertad de ser tu propia música:
el jardín y la estrella de sonido
de tu voz única.
La libertad de bailar esa canción
con vos misma, para vos tan sólo,
el día entero si te place,
la vida entera
si se te antoja de repente.
La libertad de ser esa canción,
de ser con resplandores y venenos,
de que nadie te cambie ni una nota,
porque aun las disonantes
amás cantarlas, amás
que vibren en tu aire.
Toda esa libertad,
ese día asombrado de horizontes,
todo eso escucho, eso surge y llena
cada instante de vos.
Fotografía: Ranuarte en Unsplash (detalle)
Comentarios
Publicar un comentario