Come, reza, ama


Hoy me levanté antes de que amaneciera y leí lo que me faltaba de Come, reza, ama: el último capítulo. Realmente, yo he amado este libro.

La idea central es la búsqueda de la felicidad, y desde el inicio la autora sabe que la felicidad que busca no le va a caer del cielo, que no se la van a regalar. Precisamente hace su búsqueda porque la felicidad como la conocía se le terminó, y no parece que vaya a regresar por sí sola. Así, este no es un relato de «pensamiento positivo» ni por un segundo, sino el relato de un viaje espiritual serio, profundo y cómico a morir. (De veras: no pocas veces lloré mientras lo leía, tanto de conmovido como de la risa).

Puedo decir que este libro es un hito para mí. Elizabeth Gilbert hizo el viaje que relata a la misma edad que yo he tenido este año, y yo me he reconocido en muchísimos pasajes de su libro, tanto en situaciones como en pensamientos y experiencias. Y como empecé a leerlo antes de la pandemia, tal vez en enero o febrero, lo que leí en ese momento tuvo tiempo para hacer su efecto en mí, y me ha servido de guía en estos meses de mi vida y del mundo.

Y también me ha servido para organizarme. No es un libro corto, y luego de que lo retomé hace un par de meses (lo había dejado en mi cuarto de alquiler en San Salvador), avanzaba en ratitos libres… pero de seguir así iba a llegar a fin de año sin terminarlo. Así que hice tiempo para leer después de la cena (volví a reservar tiempo sólo para leer) y hacer eso me ha pagado muy bien: la he pasado de maravilla antes de dormir, no he estado frente a una pantalla, no he estado haciendo la lectura o consumo disperso que se hace en internet, y he sentido que avanzo cada día en algo que me interesa y me gusta. He recuperado algo que en esta sociedad necesitamos con urgencia y que no siempre sabemos nombrar: la sensación de continuidad.

Lo recomiendo totalmente, y comparto aquí un pasaje que me ha iluminado y que siento que estará conmigo durante mucho tiempo: «El Bhagavad Gita —la base sánscrita fundamental del yoga— sostiene que vale más vivir tu propio destino imperfectamente que vivir a la perfección el destino de otra persona».

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