Año nuevo

Lunes 7 de enero de 2019

Después de pasar un par de días enfermo en mi casa, salgo para el trabajo. Voy con mi hermano, que hoy va a ir a San Salvador y me lleva en su carro. A la salida de Santa Ana, veo el volcán, y pienso en que hoy veré dos volcanes: este y el Quezaltepec. Esta de verdad es una tierra de prodigios.

Después, en la carretera, veo los árboles, iluminados por el sol del amanecer y recortados contra el cielo; florecidos algunos: amarillos, blancos, rosados y morados. Ellos me dicen que hoy es un mundo nuevo, que el año y el día de hoy son algo nuevo, algo que no estaba antes y que ha dejado atrás a todo lo que estaba antes.

Y si los árboles me dicen eso, con sus ramas extendidas hacia el cielo y con sus hojas brillando con la luz de una estrella, ¿cómo podría no ser verdad?


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