tag:blogger.com,1999:blog-90438593337182270992024-02-29T21:38:45.299-06:00Uno dice
Blog del escritor Mario ZetinoUnknownnoreply@blogger.comBlogger119125tag:blogger.com,1999:blog-9043859333718227099.post-7014805217439346042024-02-28T22:18:00.012-06:002024-02-29T21:38:12.532-06:00De los rostros que pintamos<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0I13JkMs40kLqCP_JxqtgjbdWuEBcOtudNaoth6qtUkMDCgaDbsqsllDs0rd_JUXCnXysQCDpnquwtGIXdJN1IF9LZ4VVjc29lO7kLrSAsh_XHsMiKVr1nfP9Vr-zfOhIleKQ2zqyA5pp6n18FvFuNRjWH8L7bHrzdKd4ZPVtMI0HOQZNpWr1bKuGxYKx/s6000/marina-vitale-t809JJ6r9KA-unsplash.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4000" data-original-width="6000" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0I13JkMs40kLqCP_JxqtgjbdWuEBcOtudNaoth6qtUkMDCgaDbsqsllDs0rd_JUXCnXysQCDpnquwtGIXdJN1IF9LZ4VVjc29lO7kLrSAsh_XHsMiKVr1nfP9Vr-zfOhIleKQ2zqyA5pp6n18FvFuNRjWH8L7bHrzdKd4ZPVtMI0HOQZNpWr1bKuGxYKx/w400-h266/marina-vitale-t809JJ6r9KA-unsplash.jpg" width="400" /></a></div><br /><p>Uno de los personajes o voces poéticas que cada tanto aparecen en mis poemas es el retratista. No tengo (por lo menos no hasta el día de hoy) la habilidad para dibujar o pintar el retrato de alguien. Sin embargo, desde un punto de vista, cuando escribo un poema donde describo a alguien, ya sea en términos más reales o más ideales, puedo decir que estoy haciendo un retrato, del mismo o de parecido modo (quiero pensar) a como lo han hecho los pintores de todas las épocas. </p><p>Y a veces se parte de un rostro real para expresar cosas que van más allá de la realidad tangible, para expresar cosas del interior, de lo profundo, ya sean oscuras o trascendentes. Lo han hecho los artistas plásticos, como mencionaba, y luego los fotógrafos y los cineastas. En el pasado, el Greco pintó santos a partir de personas marginadas y despreciadas; en el presente, el rostro de alguien de carne y hueso se ha convertido, en una película, en una expresión del héroe, del arquetipo del héroe.</p><p>Por supuesto, a estas alturas de mi vida, luego de escribir un texto en el que "retrato" a alguien, trato de distinguir: trato de recordarme que la imagen que he trazado es metafórica, es decir que con unas palabras y una imagen concretas está tratando de decir algo más que esas palabras e imágenes en sí mismas. Es decir: a veces diré algo potencial o ideal a partir de alguien o de un rasgo de alguien; pero como autor, comprendo que me surge hacer eso para expresar algo por medio del lenguaje del arte, y que no debo <i>creer </i>que esa imagen es lo real; de lo contrario estaría idealizando, y sería como esos personajes de los mitos antiguos, las novelas y las películas que crean algo prodigioso y luego le rinden culto o se rinden a ello.</p><p>Con este preámbulo, hoy quisiera compartir un poema de ese personaje que a veces habla por mí. Creo que esta vez me deja en qué pensar por un buen rato.</p><p>Lector, lectora: ¿te han dibujado o pintado, incluso con los trazos simples de un boceto? O algo más al alcance de todos: ¿te han tomado una foto, en la que, por tu expresión, por la composición, por cualquier cosa, te reconoces y al mismo tiempo ves... algo más de ti, alqo más que tú mismo, algo que incluso no se sabe decir bien con palabras? Tal vez este poema te hable de esa experiencia.</p><p><br /></p><h2 style="text-align: left;">De los rostros que pintamos</h2><p class="MsoNormal"><br /></p><p class="MsoNormal">¿Por qué pintarte, una y otra vez,<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">vestida de blanco, en el nacimiento<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">de un día nuevo de un mundo nuevo,<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">entre la luz y el viento de una estrella?<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal">¿Por qué insistir en esa imagen, si<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">vos misma me has dicho que te halaga<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">que te piense así, pero que no<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">sos así en realidad, <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">que esa no sos vos?<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal">¿Qué hay del retratista en su retrato?<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Y por supuesto: ¿qué hay del rostro y<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">del corazón y el alma de quien es retratado?<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal">Al pintarte, lo admito, pinto un sueño,<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">pero no dudo de que a vos te pinto.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Y me hacés que reconozca cuánto,<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">al mismo tiempo, <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">a mí me estoy pintando.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal">Lo que vemos de alguien y el oro<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">que sentimos brillar bajo las piedras<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">del río que es alguien, <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">ambas cosas pintamos,<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">y mucho más si en una visión o un paisaje</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">que intuimos más allá del tiempo.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal">Traer a esta realidad esa imagen:<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">el brillo de los ojos, el semblante sereno,<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">la luz irradiando desde el ser;<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">cada trazo y tono y matiz de un color<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">con que busco decirte y nombrar<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">a esa vos que sabe que es el Universo.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal">Y al pintarte de ese modo, yo<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">también nombro y llamo y le tiendo mi mano<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">—tus palabras me abren la puerta<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">a que encuentre que eso estoy haciendo—<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">a ese yo que sabe <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p><p>que es Cosmos. </p><p><br /></p><p><i>Febrero 2024</i></p><p><i><br /></i></p><p>Fotografía: Marina Vitale, en Unsplash</p><p>https://unsplash.com/es/fotos/foto-de-primer-plano-de-la-persona-t809JJ6r9KA</p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9043859333718227099.post-68772460231551739782024-02-16T10:13:00.007-06:002024-02-16T17:40:55.382-06:00Sobre el día del amor y la amistad<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguv5BjkFnw19L0e0rzdgBu7J_qXOflFeOmZEkJIl8nCx-CBaYss0GDJIiUh7w_KhlVaMnppaqi7VsQK1fbQVgCB2-Gn68P8RyEiKrCdOinWdNad_mWE2bC_KC0mgmWyrqlLYm3iE-yWDOWcdLCRU_sgSmd0eSr1VIv-bHlIRWr6OnvTUcSEb3kGErfZig4/s3456/tim-marshall-cAtzHUz7Z8g-unsplash.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3456" data-original-width="3456" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguv5BjkFnw19L0e0rzdgBu7J_qXOflFeOmZEkJIl8nCx-CBaYss0GDJIiUh7w_KhlVaMnppaqi7VsQK1fbQVgCB2-Gn68P8RyEiKrCdOinWdNad_mWE2bC_KC0mgmWyrqlLYm3iE-yWDOWcdLCRU_sgSmd0eSr1VIv-bHlIRWr6OnvTUcSEb3kGErfZig4/s320/tim-marshall-cAtzHUz7Z8g-unsplash.jpg" width="320" /></a></div><div style="text-align: center;"><br /></div><p class="MsoNormal">El pasado 14 de febrero, tengo la impresión de que se habló
más del amor de lo que se suele en esta fecha. Y entre esas palabras, me llaman
la atención palabras distintas. Hubo (y qué bueno que a pesar de las crisis
mundiales las sigue habiendo) palabras de celebración a las diversas concepciones
y manifestaciones del amor como sentimiento de atracción, afecto y unión entre
una pareja; pero también hubo palabras de reflexión y crítica sobre
concepciones y prácticas disfuncionales de este; y palabras de recordatorio y
propuesta de otras ideas y vivencias del amor, como por ejemplo el amor
universal, por no mencionar el amor a la naturaleza, que estoy seguro que con
un poquito más que hubiera, no afligiría tanto el fin del mundo por el apocalipsis climático. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Apoyo todo esfuerzo por crear un mundo libre de
opresión y dominación, y esto incluye las manifestaciones de estas, tanto las
innegables como otras más sutiles, en las relaciones entre las personas. En ese
sentido, la discusión sobre lo que se ha entendido como amor en las sociedades y estructuras patriarcales es indispensable, y debe continuar. Y aun sin decir la palabra "patriarcal", al pensar en el amor, y en realidad en toda relación interpersonal, el imponerse al otro por la fuerza, abierta o veladamente, es lo que no debe ser.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Pero también pienso en el otro lado: tratamos de salir de conceptos
y prácticas disfuncionales, pero… ¿qué hacemos, en lugar de aquellos, que sí
funcione? Pregunta inmensa, a la cual sé que muchos tratamos todo lo mejor que
podemos de darle respuesta, conceptual y vivencialmente. El diálogo sobre eso, al igual que la discusión sobre lo que no va, tampoco debe cesar.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Este es un post atrasado, pero que me parece importante, y por
eso lo publico. Como la fecha se llama «Día del Amor y la Amistad», ya que he
escrito algunos textos sobre los temas, no quería dejar de compartir alguno. Y
este año quisiera compartir este poema precisamente sobre la otra palabra que
forma el nombre de la fecha. No agregaré mucho más, porque lo que quiero decir,
espero poder mostrarlo en el poema. Sólo quiero enviar por medio del texto un
apretón de manos, un abrazo fuerte, una sonrisa, un guiño de complicidad y
hasta alguna lagrimita de reencuentro a todos aquellos que me brindan su
amistad. Decir que un amigo es un tesoro será una metáfora muy antigua, y por lo
tanto con algún peligro de estar un poco gastada; pero el oro de las joyas de
ese cofre prueba, una vez tras otra, que no pierde su luz, que es oro de
verdad.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"> </p>
<h2 style="text-align: left;">La reunión</h2><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal"><i>—Para Eli y Meli<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal"><br /></p>
<p class="MsoNormal">No sé qué otra información</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">de este mundo necesito<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">este domingo por la tarde<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">en un café de mi ciudad natal,<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">sentado aquí, con dos amigas:<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">una, que hace un par de meses,<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">casi se muere en un choque,<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">a tan sólo unas calles de aquí;<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">y esta otra amiga, que dejó <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">por unos meses su carrera, <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">su novio y casi su cordura<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">para asomarse a conocer<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">quién es ella en verdad.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">De mí no digo mucho. Solamente<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">que he renacido en este viaje<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">de haberme ido a la ciudad<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">y comenzar un tiempo nuevo.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal">Llega esta amiga que lo dejó todo<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">(la va a dejar su novio <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">—la rueda de la vida ha dado vuelta—),<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">y nos abraza, y platicamos,<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">y nos tomamos un café<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">después de nuestros viajes de experiencia.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal">No sé qué otra información <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">de este mundo necesito,<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">si en esta mesa, entre extraños,<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">hoy nos tomamos de las manos,<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">formando un círculo los tres,<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">y nos miramos, recibiéndonos,<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p><p>y somos felices. </p><p><br /></p><p><br /></p><p class="MsoNormal">(En <i>Notas de un viaje humano</i>, inédito)<o:p></o:p></p><p><br /></p><p><br /></p><p><span style="text-align: center;">Foto: Tim Marshal en Unsplash</span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9043859333718227099.post-81613426517757268992023-12-23T21:03:00.017-06:002023-12-25T12:31:27.394-06:00Lecturas del 2023<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPb1RrhYfV3qyUn5fUylS6E1SHSTcA59T2DUx-6-12HqBDLkOazye4tqisuqJLEeU7Im8MKJ_OgpDShOFk6GAj-n9ymbRo8hYZAfJowQkDnF1-I05bOgzN9cWfMn7CU97fyPOaiio5CF18saSw5BeD3ngP2mLbli2UIMxrz_e7suDhl-gL9Y_VDIZ1ogU8/s1435/Collage%20lecturas%202023.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="838" data-original-width="1435" height="374" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPb1RrhYfV3qyUn5fUylS6E1SHSTcA59T2DUx-6-12HqBDLkOazye4tqisuqJLEeU7Im8MKJ_OgpDShOFk6GAj-n9ymbRo8hYZAfJowQkDnF1-I05bOgzN9cWfMn7CU97fyPOaiio5CF18saSw5BeD3ngP2mLbli2UIMxrz_e7suDhl-gL9Y_VDIZ1ogU8/w640-h374/Collage%20lecturas%202023.jpg" width="640" /></a></div><br /><p class="MsoNormal">Con un collage un tanto irregular, porque lo he armado con
fotos propias y con imágenes descargadas —pero, ¿existen los collages regulares?—, quisiera comentar diez libros que leí este año. La lista sigue
aproximadamente el orden en que los leí.<o:p></o:p></p><p class="MsoNormal"><br /></p><p class="MsoNormal">1. Comencé mi año de lectura con <i>Éter</i>, de Nancy
Gutiérrez (Ojo de Cuervo, 2022). Es un libro de cuentos hiperbreves, en el que
Nancy lleva un paso más allá su estilo de contar historias, que combina la
condensación de hechos y sensaciones con un lenguaje sumamente poético, dando
como resultado un asombro, una revelación o un golpe inesperado a cada cuento
que se lee. Comparto uno de mis favoritos:</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p><p class="MsoNormal">DESEOS</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p><p class="MsoNormal">Borrar nuestra historia con la rapidez con que se borran las
huellas en la arena.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p><p class="MsoNormal"> Detener el mar
que se desborda por mis ojos.<o:p></o:p></p><p class="MsoNormal"> Silenciar a los
caracoles que susurran tu nombre.<o:p></o:p></p><p class="MsoNormal"><br /></p><p class="MsoNormal">Con un libro como <i>Éter</i>, uno no puede evitar saber y
sentir que en la narrativa contemporánea salvadoreña están pasando cosas.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p><p class="MsoNormal">2. Un proyecto de lectura de largo aliento ha sido la poesía
completa de Francisco Gavidia, el primer escritor clásico de la literatura
salvadoreña. Esta viene en las <i>Obras completas </i>de Gavidia, dos tomos
publicados por la Dirección de Publicaciones del Ministerio de Educación en
1974 y 1976, respectivamente. Comencé esta lectura en 2014, y este año por fin
la terminé. Descubrir la poesía de Gavidia me ha sorprendido y me ha dado mucho
en qué pensar y bastantes preguntas. Estos pensamientos y preguntas decidieron otras lecturas de mi año. Por cierto, este próximo
29 de diciembre, es el 160 aniversario del nacimiento de Gavidia.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p><p class="MsoNormal">3. Una de las lecturas que resultó de la anterior fue <i>El
cielo de lo ideal. Literatura y modernización en El Salvador (1860-1920)</i>,
de Ricardo Roque Baldovinos (UCA Editores, 2016). Este es un libro de ensayos
académicos, que hace un análisis muy profundo sobre las relaciones de la
literatura con la sociedad, el pensamiento y la historia del país en ese
período. Leer a Gavidia me hizo querer leer más sobre el modernismo
hispanoamericano, y este es un libro que analiza, desde el pensamiento actual,
el modernismo y los procesos de modernización en el país.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p><p class="MsoNormal">4. Y saber sobre el modernismo me hizo, a su vez, querer
saber más sobre el contexto en que había surgido, el Romanticismo. Fue así como
no pude evitar comprar cuando lo vi <i>Magníficos rebeldes. Los primeros
románticos y la invención del yo</i>, de Andrea Wulf (Taurus, 2022). Este es un
ensayo basado en una investigación exhaustiva y escrito con un estilo adictivo, que se desarrolla como una
narración (el fin de semana que lo compré leí un poco más de cien páginas sin
sentir el tiempo). En nuestro medio el Romanticismo se asocia sobre todo al
sentimentalismo, pero con este libro aprendí que tiene muy poco que ver con
eso. En cambio, con el ensayo lo comprendí como el movimiento literario,
filosófico y artístico del que surge buena parte de nuestra cultura actual,
sobre todo la afirmación de la libertad individual y la búsqueda de la plenitud
a través de la realización de esta. Otras ideas planteadas por el movimiento fueron
la unidad del ser humano con la naturaleza y el cosmos y la unidad de las artes
y los diversos campos del saber.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p><p class="MsoNormal">5. Y otra búsqueda de los orígenes fue <i>Frankenstein</i>,
de Mary Shelley, en la edición ilustrada Editorial Alma. Me gustan las
películas de ciencia ficción, y, también a partir de la película sobre Mary
Shelley, quise leer el libro que inició dicho género. Lo que encontré no se
parece en nada al Frankenstein que he visto a lo largo de mi vida en la
televisión. Es un libro, aparte de lo tremendo de varios pasajes, colmado de
una profunda capacidad de observación y reflexión, y muy melancólico, porque lo
llena el drama que, a partir de él, entró en la cultura y en la consciencia
colectiva: la creación de algo no humano (o no del todo humano) con lo que después tenemos que
vérnoslas. Vi <i>Blade Runner 2049</i>, y allí está, hiperfuturista, la idea de
Mary Shelley. Está llegando la llamada inteligencia artificial, y allí está de
nuevo, de la ciencia ficción a la realidad: <i>eso </i>y nosotros. Un libro que
escribió una muchacha visionaria entre sus 16 y sus 18 años.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p><p class="MsoNormal">6. Este año releí <i>Cuatro cuartetos</i>, el gran
libro-poema de T. S. Eliot (Lumen, 2022), en la traducción de Andreu Jaume. El
libro incluye un prólogo de este poeta y académico, para mí revelador, pues
habla sobre el proceso de composición del poema. Por ejemplo, supe que los
cuartetos para cuerdas de Beethoven inspiraron a Eliot para el título y para la
forma del texto, en especial el segundo movimiento del cuarteto 14; cuando lo
escuché, eso no correspondía a la época en la que fue compuesto, sino que eran
capas de sonido superponiéndose unas a otras… Música contemporánea, o simplemente
sin tiempo. Además del estudio, que en sí mismo ya es un libro, la traducción
es muy buena. No dejo de promocionar <i>Cuatro cuartetos </i>porque, aparte de
su belleza, pienso que contribuyó a
ampliar el imaginario occidental con sus perspectivas sobre el tiempo, la trascendencia,
el budismo y el hinduismo y, por supuesto, la poesía.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p><p class="MsoNormal">7. Con <i>Writing as Way of Healing</i>, de Louise DeSalvo
(Beacon Press, 1999) terminé otra lectura que me llevó un par de años, porque
lo comencé allá por el 2018. La autora fundamenta la práctica de la escritura
como un modo de sanar de traumas, y da orientaciones detalladas para la
escritura de la memoir, o memoria de una experiencia o de un periodo determinado
de la vida. Ella se dedicó a enseñar escritura creativa, y se especializó en la
memoir. Además, a través de este libro supe de y leí <i>Paula</i>, de Isabel
Allende, el cual recomiendo muchísimo, advirtiendo que hay que leerlo sólo si
uno se siente listo para algo MUY fuerte o si está buscando transformar —no
cambiar: transformar— su vida.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p><p class="MsoNormal">8. Hablando de sanar por medio de escribir, <i>Saudade</i>,
de Claribel Alegría (Visor, 1999) es precisamente un libro de catarsis.
Claribel escribió este poemario luego de la muerte de su esposo, «Bud» Flakoll,
a quien amó profundamente. Son poemas breves que expresan el dolor inmenso por
esa pérdida, pero que también muestran la luz que Claribel fue encontrando poco
a poco, en la vida y en la escritura. <i>Saudade </i>es una joyita: una
expresión finísima del dolor, el amor y la esperanza.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p><p class="MsoNormal">9. Una última lectura lenta en esta lista es el <i>Libro de
sueños</i>, una antología de sueños reales y literarios compilada por Borges.
Lo compré antes de la pandemia, y lo he ido leyendo de a pocos a lo largo de
estos años; dudo que lo hubiera podido, o que se pueda, leer de corrido. Los
sueños, luego del trabajo de Freud y de Jung, han ido recobrando la importancia que, lamentablemente, perdieron durante siglos. Leer esta compilación de Borges, leer
unos cuantos sueños antes de dormir, permite echar un vistazo en la mente de
personas y personajes de todo el mundo y todas las épocas, y reflexionar sobre
los sueños propios. Los sueños, los mitos, la literatura: hechos del lenguaje
universal del símbolo.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p><p class="MsoNormal">10. Y una de mis últimas lecturas de este año es <i>La
biblioteca oscura</i>, el libro de cuentos más reciente de Salvador Canjura
(Los Sin Pisto, 2023). Estos cuentos, los he disfrutado y los he amado. Son
cuentos sobre lectores, sobre los significados y sentidos de leer; cuentos que me recordaron lo inmenso que
para mí es leer, y todo lo que puede llegar ser en la vida de alguien. Mi
favorito de la colección: «La tumba de Salarrué». De niño, me leyeron <i>Cuentos
de cipotes</i>, y el libro de Salvador me reconecta con toda la diversión, el
asombro, el libre juego del lenguaje y la imaginación de esos cuentos. Un libro
sobre la pasión, sobre la vida misteriosa y deslumbrante que es leer. Como dije
al principio, en la narrativa salvadoreña están pasando cosas.</p><p class="MsoNormal"><br /></p><p class="MsoNormal">Que disfruten sus lecturas de fin de año.
Que en el 2024 los libros nos sigan acompañando cercana, profundamente.</p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9043859333718227099.post-83338402146257558302023-10-14T12:07:00.001-06:002023-10-14T14:59:26.954-06:00Eclipse<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwYAvwOftGpcG-THlG62ZaUYXf3o8bdHdG4HmdCXMcnkw8atXfIv34SYdN-qZakg9EpDBja12bJS4_GJpSajhRzgK6Q2GnlRUgrVE-HySjvE1VriYwv6ByCEPBTWLziIsqC5NphyphenhyphenV8Bo3W502EnCV7vS3wt3Jzxp-0E9DlfEJlBaBhu0to9WsGcVCx1SqM/s3120/IMG_20231014_113002.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="3120" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwYAvwOftGpcG-THlG62ZaUYXf3o8bdHdG4HmdCXMcnkw8atXfIv34SYdN-qZakg9EpDBja12bJS4_GJpSajhRzgK6Q2GnlRUgrVE-HySjvE1VriYwv6ByCEPBTWLziIsqC5NphyphenhyphenV8Bo3W502EnCV7vS3wt3Jzxp-0E9DlfEJlBaBhu0to9WsGcVCx1SqM/s320/IMG_20231014_113002.jpg" width="320" /></a></div><br /><p>Voy manejando cuesta abajo por Santa Ana. (Santa Ana, de sur a norte, o sea viniendo desde la Carretera Panamericana, se puede recorrer caminando, corriendo, en bicicleta o manejando como un dejarse ir cuesta abajo). Hace sólo un rato ha comenzado el eclipse, así que todavía no se nota. Voy por las calles del centro, y veo a la gente bajo la luz del Sol, caminando y haciendo sus cosas como un sábado cualquiera. ¿Quiénes de ellos sabrán que hoy hay eclipse?</p><p>Pienso en lo poco que en nuestra sociedad actual sabemos y pensamos sobre el mundo y el universo que nos rodea. (Nada más la crisis climática, creo que ya es muestra suficiente de eso). Eclipses; solsticios y equinoccios, y sus correspondientes cambios, incluyendo las constelaciones de cada estación; temporadas en que se ven determinados planetas, conjunciones planetarias, lluvias de estrellas, cometas… A veces, tal vez por casualidad, nos damos cuenta; pero la mayor parte del tiempo podría ser que el universo no logre tocar nuestros ojos, nuestra curiosidad, nuestro asombro.</p><p>Hablando de los ojos, claro que hoy no hay que mirar directamente al Sol, ya que hacerlo puede producir daños irreversibles en la retina; puede quemarla. Y resulta que la retina no tiene sensores de dolor, por lo que la vista puede perderse progresivamente y sin mayor advertencia.</p><p>Pero pasando de la vista física a esa otra, de la que muy bien escribió Antoine de Saint-Exupéry: «Lo esencial es invisible a los ojos», mi impresión es que solemos vivir ajenos a los prodigios de la Naturaleza. Claro, en medio de las dificultades grandes y constantes de la vida actual, una mirada así se comprende. Pero pienso que si, aun en medio de eso, al ir por la calle y ver el amanecer o el ocaso sentimos algo, algo que no tiene palabras pero que es verdad porque lo sentimos entonces estamos viendo precisamente eso que es invisible a los ojos, eso que es esencial, eso que en el lenguaje del universo nos dice que somos parte de él.</p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9043859333718227099.post-85100117187964592682023-09-22T15:03:00.004-06:002023-09-27T15:29:43.301-06:00Ayer vi flores amarillas<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTggUt3ycJLgG2HW0pl-_Q46wOfdqXSotIhmouLeRG8vkX19e-4LtLyEcDAuQIqK2tjws4F_SNW8Mq9wXhT2MSZQS30YczkoufDrCin2wq99jiOijW2znR5RM2e3btRS4V4VbrP5K_22gV4o9qN2GwOluhsyFkzyD_guDEvmd3n4e58mWQVKuuD1DjLzKr/s3993/anthony-melone-F4i5l_HY1E8-unsplash.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3993" data-original-width="3993" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTggUt3ycJLgG2HW0pl-_Q46wOfdqXSotIhmouLeRG8vkX19e-4LtLyEcDAuQIqK2tjws4F_SNW8Mq9wXhT2MSZQS30YczkoufDrCin2wq99jiOijW2znR5RM2e3btRS4V4VbrP5K_22gV4o9qN2GwOluhsyFkzyD_guDEvmd3n4e58mWQVKuuD1DjLzKr/s320/anthony-melone-F4i5l_HY1E8-unsplash.jpg" width="320" /></a></div><br /> <p></p><p>Ayer vi flores amarillas por todas partes: las llevaban muchachas, estudiantes de escuelas públicas, de colegios y de universidad; y empleadas de diversas procedencias y puestos. Una sola flor o un ramo; rosas, claveles, girasoles y otras flores que no alcancé a distinguir o cuyo nombre todavía no sé. O las llevaban los muchachos o los hombres que las iban a regalar. Desde la mañana hasta la noche; en las calles, en los centros comerciales, en los comedores, en los cafés, en las pupuserías, en los buses, en las motos en marcha. Pasé el día ocupado, y no busqué el motivo ni le pregunté a nadie, pero era imposible no verlo. </p><p><br /></p><p>Ya en la noche, oí platicar a dos amigas. Y una le preguntaba a la otra sobre esto mismo. Estaban cenando, y recurrieron al teléfono. Alcancé a escuchar: «el inicio de la primavera».</p><p><br /></p><p>Hoy hago mi propia búsqueda, y completo esa plática de la que escuché un girón. Según leo, consultando varias fuentes, el 21 de septiembre se regalan flores amarillas celebrando el inicio de la primavera en el hemisferio sur. La tradición se originó en Argentina a partir de la famosa telenovela argentina «Floricienta».</p><p><br /></p><p>Fue un día singular, sin duda, porque tengo la impresión de que ni siquiera en un 14 de febrero había visto tantas flores por todas partes. Y pude ver cómo era sobre todo gente joven la que hacía este gesto. Creo que presencié, por este lado del mundo, los inicios de una nueva tradición.</p><p><br /></p><p>Esta semana había estado pensando en el equinoccio de otoño, que este año será mañana, el sábado 23. Se me ocurre que la costumbre de regalar flores amarillas, más allá de su origen, hará pensar también, por estos lados, en el equinoccio de primavera que sucede al mismo tiempo en el otro hemisferio. Esas danzas de la luz, de la Tierra, de la energía, que ocurren cada doce semanas, sin que muchos nos demos cuenta ni nos paremos a pensar en su significado.</p><p><br /></p><p>Astronomía o astrología (o las dos de la mano); fechas centrales de nuestros ancestros o noticias que nos llegan por azar a una pantalla; el día más largo y el más corto y los días iguales; inicios y finales; puertas; ciclos = círculos. No dejamos de estar en medio de todo esto. No dejamos de ser todo esto.</p><p><br /></p><p><br /></p><p>Fotografía: Anthony Melone en Unsplash</p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9043859333718227099.post-1553087701510408822023-06-22T11:04:00.005-06:002023-06-22T11:04:52.721-06:00Hora dorada<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhrbvA7Rsfz7XhjRC4TPy2eZ_fa_laVE8BEDxBZ-AtAxifVA_BLNTnvtiVzL66QOB1YWTXBTSMD0SaIKEbwVg7NGtijcEu_ietse0OEHP_fKmh7CGpJfj0KpmVy8ydGuLfBWwb78ivQPKIxO5vnNa5lkU3O5uFjPwTDHgDhjypVIoWph4pA9pIE0xUQjrLa/s6000/kent-pilcher-87MIF4vqHWg-unsplash.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4000" data-original-width="6000" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhrbvA7Rsfz7XhjRC4TPy2eZ_fa_laVE8BEDxBZ-AtAxifVA_BLNTnvtiVzL66QOB1YWTXBTSMD0SaIKEbwVg7NGtijcEu_ietse0OEHP_fKmh7CGpJfj0KpmVy8ydGuLfBWwb78ivQPKIxO5vnNa5lkU3O5uFjPwTDHgDhjypVIoWph4pA9pIE0xUQjrLa/w400-h266/kent-pilcher-87MIF4vqHWg-unsplash.jpg" width="400" /></a></div><div style="text-align: center;"><br /></div><p><br /></p><p class="MsoNormal">Cuánto tiempo has tardado en entenderlo:<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">la semilla de la flor del paraíso<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">que has estado buscando<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">toda tu vida,<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">ese día,<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">sí, ese día,<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">en el lugar de luz,<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">te la pusieron entre las manos.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal">Sonríes. Cuánto tiempo. Esta búsqueda<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">tan sólo ha tenido el objetivo<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">de dejarte exhausto, sin deseos <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">de buscar nada más, <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">ya no,<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">en ningún sitio,<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">ya no,<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">ni un segundo.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">De que mires por fin<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">en tus bolsillos.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal">Hay Luna nueva. Hay el Sol abriendo<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">de par en par las puertas de la estación de la luz,<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">brillando en las ondas del manantial del río<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">que creías seco.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal">Siembra.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal"><i>21 junio 2023 </i></p><p class="MsoNormal"><i><br /></i></p><p class="MsoNormal"><i><br /></i></p><p class="MsoNormal"><span style="text-align: center;">Fotografía: Kent Pilcher en Unsplash</span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9043859333718227099.post-20051780452638637372023-05-20T13:25:00.005-06:002023-05-20T13:59:25.806-06:00Canción para una muchacha infinita, 2<p style="text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiN5cYYQk4VjcsTG7ZkXynj4w-1rIFXgvq154_kqQwXUoTlZPAq9-KtnDqVvugpx5KbiOtVffp3SA7OqmV-5ooZ0er7Q_aofsqRg67nRan9kAVWbED1togwT88EPhTvg6iIfKQkRuBozjyOkC0cDolf5JZwV3tBqMVRatbtswVRN4jVKkqTcQGqLf_fQQ/s1080/Foto%20para%20post.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1080" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiN5cYYQk4VjcsTG7ZkXynj4w-1rIFXgvq154_kqQwXUoTlZPAq9-KtnDqVvugpx5KbiOtVffp3SA7OqmV-5ooZ0er7Q_aofsqRg67nRan9kAVWbED1togwT88EPhTvg6iIfKQkRuBozjyOkC0cDolf5JZwV3tBqMVRatbtswVRN4jVKkqTcQGqLf_fQQ/s320/Foto%20para%20post.png" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;"> </span></div><div><h2 style="text-align: left;">Sobre una canción genial</h2><p><br /></p><p>La libertad de ser una canción,</p><p>la libertad de ser tu propia música:</p><p>el jardín y la estrella de sonido</p><p>de tu voz única.</p><p><br /></p><p>La libertad de bailar esa canción</p><p>con vos misma, para vos tan sólo,</p><p>el día entero si te place, </p><p>la vida entera</p><p>si se te antoja de repente.</p><p><br /></p><p>La libertad de ser esa canción,</p><p>de ser con resplandores y venenos,</p><p>de que nadie te cambie ni una nota,</p><p>porque aun las disonantes</p><p>amás cantarlas, amás</p><p>que vibren en tu aire.</p><p><br /></p><p>Toda esa libertad, </p><p>ese día asombrado de horizontes,</p><p>todo eso escucho, eso surge y llena</p><p>cada instante de vos.</p><p><br /></p><p><br /></p><p>Fotografía: Ranuarte en Unsplash (detalle)</p></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9043859333718227099.post-29912661648059718152023-05-05T21:15:00.002-06:002023-05-05T21:15:46.665-06:00Canción para una muchacha infinita, 1<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKEgxvc-8XI1a9NSkRR8i0UmdBFY5KRC0WRNJccIfvixRD6OfMdilB8OVlDnOvwHUUE7Z7pY--AmWIXkFOUrQhyBUsMiEm_c18aCtIpWFvkxxBXBMCknYOa3uQg0ZRW8-EnSkH87I_DiO0-BLmG4Da5MkcPHasN_hET8UHqu8PL5jInWR4R-6-lKRtoQ/s4353/wes-hicks-Nqa9LbeFGM4-unsplash_original.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4353" data-original-width="3265" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKEgxvc-8XI1a9NSkRR8i0UmdBFY5KRC0WRNJccIfvixRD6OfMdilB8OVlDnOvwHUUE7Z7pY--AmWIXkFOUrQhyBUsMiEm_c18aCtIpWFvkxxBXBMCknYOa3uQg0ZRW8-EnSkH87I_DiO0-BLmG4Da5MkcPHasN_hET8UHqu8PL5jInWR4R-6-lKRtoQ/w300-h400/wes-hicks-Nqa9LbeFGM4-unsplash_original.jpg" width="300" /></a></div><p><br /></p><h2 style="text-align: left;">Una habitante del día</h2><p><br /></p><p>He encontrado tanta belleza en vos,</p><p>una humana genial, vibrante, auténtica.</p><p>Una habitante del día que se levanta con la alarma</p><p>y sale para crear </p><p>su vida y su mundo.</p><p><br /></p><p>Alguien que se va al tiempo de relojes y trabajos</p><p>con el cielo dorado del que nacen los días.</p><p>Alguien que hace que avance este gran siglo de industrias</p><p>y al regresar me cuenta sus fatigas, sus triunfos.</p><p><br /></p><p>Alguien que es el rocío de abrir nuevos sus ojos</p><p>al tocar por vez primera cada día la vida.</p><p>Alguien que es alegría como pájaros cantando.</p><p>Alguien que hace pleno al mundo con el mundo de su risa.</p><p><br /></p><p>Y también alguien que aspira su rosa blanca de paz</p><p>y otro tiempo se desgarra con la espina de sus guerras;</p><p>que no siempre halla la llave o la puerta del instante</p><p>y quiere ser ala o grito, y es un ala rota y lágrima.</p><p><br /></p><p>Alguien de tiempo y luz, </p><p>universal.</p><p>Alguien de latido </p><p>y eternidad.</p><p><br /></p><p>Esta belleza he encontrado en vos,</p><p>y no existe otra, </p><p>humana a quien amo.</p><p><br /></p><p>Te miro y esto es tanto.</p><p>Ser es tantas veces tanto.</p><p><br /></p><p>Vos estás aquí y el día</p><p>es todo luz hiperexpandida,</p><p>todo volar a tu lado hasta tocar una estrella,</p><p>todo indecible y entrañable humanidad. </p><p><br /></p><p><br /></p><p><span style="color: #666666;">Fotografía: Wes Hicks en Unsplash</span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9043859333718227099.post-23384653438753824292023-04-23T16:42:00.018-06:002023-05-12T15:50:23.840-06:00Dos libros, tres maestros<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgr8LQpqRQq6rBzHvjaJHEt3JN3KolmIa5qAXbuyopNBGysey5_DhBllrhe5Skdfh4hCbEfdNQmuP2OQOKBhRHI2qCuaTrfvjzJvXTE1hJiIE4336OdNnFosT1M4__D2ONJM615Tr2b-raDCY6QEyD8BXSR96vR86WfP-bWzM9ACnfG_e3brTPcViup-Q/s3120/IMG_20230423_152652_1.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="3120" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgr8LQpqRQq6rBzHvjaJHEt3JN3KolmIa5qAXbuyopNBGysey5_DhBllrhe5Skdfh4hCbEfdNQmuP2OQOKBhRHI2qCuaTrfvjzJvXTE1hJiIE4336OdNnFosT1M4__D2ONJM615Tr2b-raDCY6QEyD8BXSR96vR86WfP-bWzM9ACnfG_e3brTPcViup-Q/s320/IMG_20230423_152652_1.jpg" width="320" /></a></div> <p></p><p>En este Día Internacional del Libro, a partir de dos libros que encontré recientemente, quiero recordar a tres de mis maestros.</p><p>Hoy terminé de leer <i>El aprendizaje del escritor</i>, de Borges. Son las transcripciones de tres conversatorios que Borges y su traductor sostuvieron con estudiantes de programas de escritura y traducción de la Universidad de Columbia, de Nueva York, en 1971. Lo vi en una librería hace dos semanas, entré a hojearlo, y resulta que abrí el libro justo en un fragmento que había leído el día anterior en internet, sin sospechar siquiera que el libro existía... «Me lo llevo», dije. Y al leerlo, me encontré con un Borges que conocía muy poco, y con alguien a quien conocí un poco más: a Rafa Menjívar.</p><p>He dicho en otras ocasiones que, en los talleres de La Casa del Escritor, Rafa no enseñó directamente técnica, sino que, a través de lecturas de grandes maestros y del análisis de los textos de los participantes del taller, enseñaba a desarrollar la intuición, la intuición estética, la intuición poética; a reconocer la calidad, y a hablar sobre textos con criterios técnicos. Y también decía cosas que él consideraba básicas sobre qué es un escritor y de qué se trata el oficio de escribir. Pues bueno, con este libro de Borges, a quien Rafa admiraba, y a quien había leído mucho, volví a las lecciones del taller. </p><p>Fuera porque Rafa lo leyó (en inglés, porque su publicación en español es reciente); o porque leyó otros textos en los que Borges hacía estas mismas o parecidas afirmaciones; o porque son los criterios que, en general, comparten y han expresado a lo largo de la historia muchos grandes escritores, sucede que palabras que escuché en el taller estaban en este libro, y me recordaron tantas cosas que para mí fueron ciertas esa época y lo siguen siendo, sin duda, ahora. Por ejemplo, aquí Borges dice:</p><p></p><p class="MsoNormal">«Yo creo que el deber de un escritor es ser un escritor, y si puede ser un buen escritor, está, entonces, cumpliendo con su deber».<o:p></o:p></p><p class="MsoNormal">«Lo que digo es que [al escribir], para romper las reglas, uno debe conocer las reglas antes».<o:p></o:p></p><p class="MsoNormal">«Pienso que la ficción está siempre comprometida con su tiempo. Nosotros no tenemos por qué preocuparnos por eso. Por el sólo hecho de ser contemporáneos, no podemos sino escribir en el estilo y el modo de nuestro tiempo».<o:p></o:p></p><p class="MsoNormal">Y esta otra, compartidísima con lo que Rafa pensó e hizo realidad:</p><p class="MsoNormal">«Pensemos aún en los anónimos poetas, aún anónimos escritores, a quienes debiéramos reunir y mantenerlos juntos».<o:p></o:p></p>Una lectura preciosa, que recomiendo mucho.<p></p><p>Y junto al libro de Borges, uno que me encontré hoy: <i>Cuatro cuartetos</i>, la obra cumbre de T. S. Eliot, en versión bilingüe y anotada, de Lumen. La traducción y edición es de Andreu Jaume, de quien estoy escuchando un podcast buenísimo, <i>El romanticismo inglés</i>, en Google Podcasts.</p><p>A mí en lo personal, Rafa me hizo tres grandes regalos: su amistad, ser mi maestro (y el una treintena de personas más) y presentarme a Borges y a Eliot. He elegido a Eliot como uno de mis maestros, y <i>Cuatro cuartetos </i>es uno de los grandes libros de la literatura contemporánea: una serie de poemas o un sólo poema largo que habla, para decirlo con dos palabras, de todo, o para dar una idea un poco más concreta: un libro de poemas que puede hacernos tan conscientes qué es el tiempo, que sus palabras e imágenes lo detienen y nos hacen encontrarnos de golpe en medio de... eso: la eternidad.</p><p>Como dice la Editorial Ojo de Cuervo en sus publicaciones de hoy, el libro es «uno de los objetos más hermosos de la invención humana». No dejemos pasar este día sin leer páginas de un libro.</p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9043859333718227099.post-87825235798375698022023-03-19T10:36:00.002-06:002023-03-21T00:58:36.751-06:00Drive<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4cEbGTEsO-27GsOZEkY53iFDMrZYkt9VnN-l71zpHicESHESeN5Kx4i3FuXSoOtuqpg8vziYyR6Uv9E7AfdA5WEsbIUY_Pr4r4YQ5ND996pmYJVgwxcsLC17pygiHk_-gE3H1YP4OHT0YrdyiPE5_JlkcAAqqgTayvLQrg63On0wCU3ohmLi78objzQ/s3079/darwin-vegher-IAc1x02D9K0-unsplash-.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3079" data-original-width="3079" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4cEbGTEsO-27GsOZEkY53iFDMrZYkt9VnN-l71zpHicESHESeN5Kx4i3FuXSoOtuqpg8vziYyR6Uv9E7AfdA5WEsbIUY_Pr4r4YQ5ND996pmYJVgwxcsLC17pygiHk_-gE3H1YP4OHT0YrdyiPE5_JlkcAAqqgTayvLQrg63On0wCU3ohmLi78objzQ/s320/darwin-vegher-IAc1x02D9K0-unsplash-.jpg" width="320" /></a></div><br /><p><br /></p><p>L’expérience</p><p>vivida una y otra vez</p><p>vívida una y otra vez</p><p><br /></p><p>le temps</p><p>et le printemps</p><p>floreciendo en el aire</p><p>floreciendo en nuestros ojos</p><p><br /></p><p>no se puede </p><p>volver en el tiempo</p><p>como si hicieras un viraje brusco</p><p><br /></p><p>pero claro </p><p>que siempre hay un viaje posible</p><p>si el movimiento es suave</p><p>si el instante sucede</p><p><br /></p><p>entonces </p><p>este es el lugar y este es el viaje</p><p><br /></p><p>l’expérience</p><p>cuánto cansancio </p><p>por haber intentado durante tanto tiempo</p><p>alcanzar algún sitio</p><p>por habernos sentido</p><p>lejos y aun tan lejos</p><p><br /></p><p>le temps</p><p>et le printemps</p><p>aquí es el verano</p><p>la estación seca </p><p>de nuestros antepasados</p><p><br /></p><p>árboles del verano en el camino</p><p>amarillos rosados blancos púrpura</p><p>todos</p><p>estallando en flores</p><p>en cada uno </p><p>podemos florecer</p><div><br /></div><p><i>marzo 2023</i></p><p><i><br /></i></p><p><br /></p><p>Imagen original: Darwin Vegher en Unsplash</p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9043859333718227099.post-43771664300920868982023-02-02T17:06:00.009-06:002023-02-02T20:59:00.795-06:00L'anniversaire<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitEz95Mq9t3b3tJkewTSBt-ycnz243hbkI1F31_HiMysAbXvGu_km67l4gME2NgvP1iLRI7UOVx1TFjxvA9rtEc8bXtMFPkcx_zJKxYsARQiKvmql1k6a_kHevoCnmj_lyxUJ1XumkVbC723e1KpLxEhplLyY_sFqZbqWWC11B-9evXGCmlLj71NKgQQ/s1920/trail-1645014_1920.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1920" data-original-width="1174" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitEz95Mq9t3b3tJkewTSBt-ycnz243hbkI1F31_HiMysAbXvGu_km67l4gME2NgvP1iLRI7UOVx1TFjxvA9rtEc8bXtMFPkcx_zJKxYsARQiKvmql1k6a_kHevoCnmj_lyxUJ1XumkVbC723e1KpLxEhplLyY_sFqZbqWWC11B-9evXGCmlLj71NKgQQ/w245-h400/trail-1645014_1920.jpg" width="245" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><p style="text-align: left;">En el camino circular del tiempo,</p><p></p><p>vas a llegar de nuevo </p><p>a esa piedra grabada con un número </p><p>a un lado del camino</p><div>que te habla de un día importante,</div><p>incluso de un día que cambió</p><p>el rumbo de tu vida.</p><p><br /></p><p>Estoy junto a esa piedra </p><p>—es una piedra blanca— </p><p>y recuerdo</p><p>algo que me dije entonces: </p><p>«Este es un buen día</p><p>para que vuelva a comenzar el mundo».</p><p>Recuerdo </p><p>una puerta dorada abriéndose.</p><p><br /></p><p>¿Que ese tiempo nuevo</p><p>se acabó?</p><p>Como todo, por supuesto, como todo.</p><p>Debemos aprender la vida de las cosas.</p><p><br /></p><p>Pero ese final no significa</p><p>que ese tiempo haya sido en vano.</p><p>La vida sí volvió a comenzar;</p><p>un antes y un después definitivos</p><p>a veces nos suceden.</p><p><br /></p><p>Y la luz de esos días,</p><p>y la luz de un día,</p><p>se te queda latiendo en la memoria,</p><p>en el cuerpo,</p><p>y eso tan sólo puede comprenderse</p><p>como un don,</p><p>pues el único mérito posible</p><p>ha sido abrir las manos</p><p>y el corazón</p><p>y recibirlo.</p><p>No eres más como antes</p><p>ni volverás a serlo.</p><p><br /></p><p>Los jardines del tiempo,</p><p>surgiendo y marchitándose. </p><p>Los jardines del tiempo,</p><p>volándose del mundo</p><p>a la memoria:</p><p>cada paisaje y calle,</p><p>la mirada y la voz y las palabras</p><p>y la risa y el tacto y el perfume</p><p>y la luz</p><p>y los pasos,</p><p>las partidas.</p><p><br /></p><p>Todo viaja en el viento hasta el lugar</p><p>donde una fecha escrita en una piedra blanca,</p><p>a un lado del camino circular de los días</p><p>te espera. Los recuerdos, cuando llegas, </p><p>están allí, casi intactos,</p><p>viviendo.</p><p><br /></p><p>«Ama</p><p>de modo que la persona a la que amas</p><p>se sienta libre»,</p><p>dice Thich Nhat Hanh.</p><p><br /></p><p>Que los caminos de la vida, al completar su círculo,</p><p>no nos hallen los mismos.</p><p><br /></p><p>Desde incontables vidas venimos caminando,</p><p>y qué triste sería que al llegar a un aniversario,</p><p>nos hallemos dormidos aún, como una piedra,</p><p>incapaces los labios aún de decir</p><p>amor.</p><p><br /></p><p><i>—Mario Zetino</i></p><p><br /></p><p>Imagen de Pfüderi en Pixabay<br /></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9043859333718227099.post-25077452783313238182022-12-27T17:35:00.008-06:002022-12-28T08:47:18.312-06:00Lecturas del 2022<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhY8CNN6Q86I2FNoW9oSdI1en1cZ-sGY38sSELHSZmtq15A83amjfSLzr9HNMeiisRMQ5fM5z7OP_2vHtAhLldpdQwvhd4ZeC3bbAnUwkC3LkGmjAgLY3rAqLcDolazRu3hevhiDpacFrdhxRPCYI615JuxFS0QUKTirbI0779WfTY2XPW3YdkduvAt0g/s4097/IMG_20221227_110520.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3037" data-original-width="4097" height="474" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhY8CNN6Q86I2FNoW9oSdI1en1cZ-sGY38sSELHSZmtq15A83amjfSLzr9HNMeiisRMQ5fM5z7OP_2vHtAhLldpdQwvhd4ZeC3bbAnUwkC3LkGmjAgLY3rAqLcDolazRu3hevhiDpacFrdhxRPCYI615JuxFS0QUKTirbI0779WfTY2XPW3YdkduvAt0g/w640-h474/IMG_20221227_110520.jpg" width="640" /></a></div><br /><div>Para cerrar el año, comento diez de los libros que me acompañaron en este 2022. Están más o menos en el orden en que los leí.</div><div><br /></div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfJYKpNzCV7xP59w05r6BLtuh44OtKGZk73AF6DhmeEmZfWrdvaAhK_Q15_1dkYC3NDo69wOxKLh7X8rzPKkXmhY63naXXFm8EL21dKCr6Gm6gURL5bPoUOy9Qzl6TYnnSn4i6EwYzf7nrdgixIxwGVH2R0wvF5DHmznM7p8tfbC3DJczSYJRB0qApng/s3120/IMG_20221227_150225.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="3120" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfJYKpNzCV7xP59w05r6BLtuh44OtKGZk73AF6DhmeEmZfWrdvaAhK_Q15_1dkYC3NDo69wOxKLh7X8rzPKkXmhY63naXXFm8EL21dKCr6Gm6gURL5bPoUOy9Qzl6TYnnSn4i6EwYzf7nrdgixIxwGVH2R0wvF5DHmznM7p8tfbC3DJczSYJRB0qApng/s320/IMG_20221227_150225.jpg" width="320" /></a></div><br /><div><i>Cómo leer literatura</i>, de Terry Eagleton (Austral, 2019), es un ensayo que propone volver a poner atención a las cosas que forman un texto literario antes que a su contenido. Es decir, poner atención a la forma, los recursos o figuras, el ritmo, el tono, cosas que están implícitas en lo que se dice, etc. El libro puede darle mucho a estudiantes de literatura, escritores y críticos, pero también, por supuesto, a alguien a quien simplemente le gusta leer literatura. Una de las cosas que más me tocó de este libro (aparte de que es divertidísimo) es que no se debe confundir a la voz poética o la voz de un personaje con el autor real: son dos cosas distintas, y recordarlo ayuda a no cometer errores de interpretación o de crítica.</div><div><br /></div><div><br /></div><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWQYVgIy9Am9RMQno6J5q8_s7p3h3zdRKYmTb7IYrIAs4gdH7_OWUSRgqxtdHZb7NiYNmgDe73S5yjgcO4WGX2Y39iBYLkB4Hu-dJN_6XxmnWg3ck1-1KBWL2_EkqU0wya0rlmjUWiIxeNchs1rV8P3C5gEaJMdIrkWjcIiFnWX-BWPeAvE9k2lkLFpw/s3120/1659794483564.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="3120" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWQYVgIy9Am9RMQno6J5q8_s7p3h3zdRKYmTb7IYrIAs4gdH7_OWUSRgqxtdHZb7NiYNmgDe73S5yjgcO4WGX2Y39iBYLkB4Hu-dJN_6XxmnWg3ck1-1KBWL2_EkqU0wya0rlmjUWiIxeNchs1rV8P3C5gEaJMdIrkWjcIiFnWX-BWPeAvE9k2lkLFpw/s320/1659794483564.jpg" width="320" /></a></div><div><br /></div><div>Luego, <i>La suma de los días</i> (HarperCollins, 2007) son las segundas memorias de Isabel Allende. El libro trata sobre la vida de Isabel después de la muerte de su hija Paula (las primeras memorias son precisamente <i>Paula</i>, que llega hasta ese momento), y asombra por la capacidad de la autora de hablar prácticamente de lo que sea. Un libro bellísimo y que también lo hace a uno partirse de la risa; un libro profundo, con el que uno puede comprender más la naturaleza humana a través de conocer las historias de vida de otros.</div><div><br /></div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiv_Imcu18ORan9YpcJ0UWmtn2o7Ey4U-VNxrS8T3JNLDDMID_XANM-_xP3_QkLoKFnYIeHAxebgiD6eIeIsAl7EHRGvRNjQ2w9_wvnXAWTJP5MfDCJtzwnxLX0ynUORERGM-QZVa43fYel5zv3kv3cNYVqXv9zQNGfMuJ6XC6G6j5VmqddvmiAgTwa6A/s3120/IMG_20221227_152310_1.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="3120" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiv_Imcu18ORan9YpcJ0UWmtn2o7Ey4U-VNxrS8T3JNLDDMID_XANM-_xP3_QkLoKFnYIeHAxebgiD6eIeIsAl7EHRGvRNjQ2w9_wvnXAWTJP5MfDCJtzwnxLX0ynUORERGM-QZVa43fYel5zv3kv3cNYVqXv9zQNGfMuJ6XC6G6j5VmqddvmiAgTwa6A/s320/IMG_20221227_152310_1.jpg" width="320" /></a></div><div><br /></div><div>Terminé la <i>Poesía completa </i>de Paul Auster (Seix Barral, 2012). La comencé al final del 2019, y me acompañó en distintos momentos de la pandemia. Paul Auster, uno de los grandes escritores estadounidenses contemporáneos, fue poeta al inicio de su carrera. Defino sus dos primeras series de poemas como "poesía abstracta": poemas en los que no importa tanto que pase algo, o incluso entender qué está pasando, sino asociar los elementos y escenas del poema para llegar a una sensación o un mensaje. Creo que esto es muy difícil, y que Auster lo logró muy bien en esas series.</div><div><br /></div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVNcThS8rRBf38GEGOet96_-3puIUfBMpaXeQl6FJmtoAuG0cCl0GHpaL-lC0AI_f7Mn254bY0vpGHbld8vd8kBpNM8SMZlw81oq7s0c_L8x44nhXuBBthQgkWy9640zpIW1sCS8k6vGLKPsXN5MkPr0kl0wv_9s_Rd3gDVVtkuOTCMYoj7VeZNKW5rQ/s3120/IMG_20221008_094920.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="3120" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVNcThS8rRBf38GEGOet96_-3puIUfBMpaXeQl6FJmtoAuG0cCl0GHpaL-lC0AI_f7Mn254bY0vpGHbld8vd8kBpNM8SMZlw81oq7s0c_L8x44nhXuBBthQgkWy9640zpIW1sCS8k6vGLKPsXN5MkPr0kl0wv_9s_Rd3gDVVtkuOTCMYoj7VeZNKW5rQ/s320/IMG_20221008_094920.jpg" width="320" /></a></div><br /><div>Otro libro personal que leí fue <i>Maletas perdidas</i>, de Jacinta Escudos (Los Sin Pisto, 2020). El libro reúne crónicas de viaje de varias décadas, y permite conocer a la autora, una de los grandes narradores salvadoreños contemporáneos, como cronista y columnista. Este libro enriquece el género de la no ficción en El Salvador, y brinda perspectiva: una mirada aguda y profunda de las cosas que se ven y se piensan y se sienten al viajar y al vivir en un lugar que no es el de uno. Y también: nos da perspectiva para el viaje que es la vida.</div><div><br /></div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEZAykmuYK7SOYycxi0Vxg4CmfxGRScoUMhjY5eSeLqWjgMoDDrB8zpqR-yhevKPb-SduADob594kdX1ZjPYxQvBvCHoA-g9Ae9BsMRLUfFgVhJKXTrCuZoYA-p2KF8wmlLKVAq3PsTKffkNoGzuaJPJzSNcFNuYm1FVY7G0HcCY_56wCy5VNUN7fSiQ/s3120/IMG_20221227_152344.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="3120" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEZAykmuYK7SOYycxi0Vxg4CmfxGRScoUMhjY5eSeLqWjgMoDDrB8zpqR-yhevKPb-SduADob594kdX1ZjPYxQvBvCHoA-g9Ae9BsMRLUfFgVhJKXTrCuZoYA-p2KF8wmlLKVAq3PsTKffkNoGzuaJPJzSNcFNuYm1FVY7G0HcCY_56wCy5VNUN7fSiQ/s320/IMG_20221227_152344.jpg" width="320" /></a></div><div><br /></div><div><i>Tema libre</i>, del chileno Alejandro Zambra (Anagrama, 2019) es un libro difícil de clasificar. Reúne conferencias, cuentos y ensayos sobre distintos temas, siendo el tema común la literatura. Me refrescó mucho leerlo; me hizo recordar cosas importantes sobre escribir, incluyendo el espíritu lúdico, que no debería ausentarse por mucho tiempo cuando escribimos.</div><div><br /></div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigakW1aa_8VtJbehd6shsR2332PiSdb5NMKU7TS-cqxw2pdgFpUFQ-PEl0JNzwkxzoKcwJ6ASjWeXsdnYAdkG3EXYVYMoZid2it7bFcDtbanE2iH-NVfqLHcb2Jufa-_C4GTyOnNGJQvURg11k7k4dypmHoB9uKBQIeVHj4T26LrUccXvCpCPkVLP7mg/s2912/IMG_20221022_153706.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2912" data-original-width="2912" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigakW1aa_8VtJbehd6shsR2332PiSdb5NMKU7TS-cqxw2pdgFpUFQ-PEl0JNzwkxzoKcwJ6ASjWeXsdnYAdkG3EXYVYMoZid2it7bFcDtbanE2iH-NVfqLHcb2Jufa-_C4GTyOnNGJQvURg11k7k4dypmHoB9uKBQIeVHj4T26LrUccXvCpCPkVLP7mg/s320/IMG_20221022_153706.jpg" width="320" /></a></div><br /><div>Para conmemorar los cien años de su publicación, releí <i>La tierra baldía</i>, de T. S. Eliot, en esta edición: <i>The Annotated Waste Land with Eliot’s Contemporary Prose</i> (Yale University Press, 2006). Fue editado por Lawrence Rainey, especialista en literatura del modernismo. Este poema es uno de los textos que marcan el inicio de la modernidad literaria, y la edición es de lujo: contiene, además del libro en sí, una introducción extensa sobre la vida de Eliot y el proceso de escritura del poema, notas minuciosas sobre el texto, fotos de los lugares que aparecen en él y ensayos de Eliot de la época en que lo escribió.</div><div><br /></div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivZW147wUkXytbHQsret4OQ5xEV625QYBt_e4RzXEXbTOCDlgEFPPpme8WXpKh71JSvelh0bcUPwdkPb7wloZxvvD8TPX9v-Ae_gdE8T81pUU5S1mpBhl89FwbQ6UCyva1F6GlDgT3m86W6klOiCAt6IoH2_GamARzvlW-FIhHWJ15mGX7tFJHhmN8xA/s3120/IMG_20221227_155552.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="3120" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivZW147wUkXytbHQsret4OQ5xEV625QYBt_e4RzXEXbTOCDlgEFPPpme8WXpKh71JSvelh0bcUPwdkPb7wloZxvvD8TPX9v-Ae_gdE8T81pUU5S1mpBhl89FwbQ6UCyva1F6GlDgT3m86W6klOiCAt6IoH2_GamARzvlW-FIhHWJ15mGX7tFJHhmN8xA/s320/IMG_20221227_155552.jpg" width="320" /></a></div><br /><div><i>El invierno soy yo </i>(Ojo de Cuervo, 2022) es el segundo libro de la poeta salvadoreña Sandra Aguilar. Es una colección de poemas sobre todo breves, en los que Sandra sorprende de nuevo por su instinto para el ritmo y la música, además de lo contundente de sus historias, imágenes y frases. La ausencia y la pérdida son los dos hilos que originan y recorren el tejido del libro. Y es interesante poder conocer un poco de su proceso de composición: Sandra contó en la presentación que allí hay poemas de 2009 a 2020, pero que en todo ese tiempo simplemente escribió, sin proponerse hacer un libro; en la cuarentena pasó a computadora sus poemas, y descubrió que tenía un poemario nuevo. Todo ese tiempo, un libro se había estado escribiendo.</div><div><br /></div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLFX6Uly4O6FzwP7IFlClKlZh2wIm0wVgJR4cXn2YTxBrgwnhu6tmBhxsNoID9XDUuqfTFEJ3ZXxwZhNvgHtDcWGb2P6Q6Ijx0xmsfcqSVlZghriinlMMJvPnQmcquGkL4YwDFCobi__bLZoUnIDIIv_QxEa0InXyYKGhBPStY7glDE3EJXC48sxb49g/s3120/IMG_20221215_161000.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="3120" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLFX6Uly4O6FzwP7IFlClKlZh2wIm0wVgJR4cXn2YTxBrgwnhu6tmBhxsNoID9XDUuqfTFEJ3ZXxwZhNvgHtDcWGb2P6Q6Ijx0xmsfcqSVlZghriinlMMJvPnQmcquGkL4YwDFCobi__bLZoUnIDIIv_QxEa0InXyYKGhBPStY7glDE3EJXC48sxb49g/s320/IMG_20221215_161000.jpg" width="320" /></a></div><br /><div>Esperé quince años para poder leer este libro: <i>Hijas de la montaña y de la piedra</i>, de la escritora salvadoreña Ana Escoto (Ojo de Cuervo, 2022). Este poemario fue el proyecto de escritura de Ana en el taller de poesía de La Casa del Escritor. Cuando un participante terminaba su proyecto, lo leía de corrido en una sesión del taller. Yo estuve cuando Ana leyó su libro, en 2007, y quedé impresionadísimo; guardé la sensación que me dejó todo eso que escuché. Hace unos días, compré el libro, me senté en un café, y lo leí así como aquella vez, de corrido. Fue una experiencia bien fuerte. Para describir el poemario de algún modo, tomo una de sus imágenes. Sísifo es el personaje de la mitología griega condenado a empujar una roca hasta la cima de una montaña, y una vez que llega allí, la roca ya no avanza, sino que rueda en dirección a él, y él debe recomenzar su tarea. Pues bien: las protagonistas del libro de Ana son las "Hijas de Sísifo para la derrota de la montaña".</div><div><br /></div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgawzwno62GaQKi1IqAHpAAlnSv02Quh0NhpbkYQ0qB5aCcD2qOjj4e3b2bqeL4ZkJ7pY8g551_IsDjF_zEHqJeYhGlgm-A0LuFM5thOjKNnM-Sx0FGlutjR6Ef3A8rPktu1ZJt_7vpJM-wiWDvxLofEpyb0QDL9lk-s6MBmpEwpaLNnp2qZjpjV3BOAQ/s3120/IMG_20221227_160814.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="3120" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgawzwno62GaQKi1IqAHpAAlnSv02Quh0NhpbkYQ0qB5aCcD2qOjj4e3b2bqeL4ZkJ7pY8g551_IsDjF_zEHqJeYhGlgm-A0LuFM5thOjKNnM-Sx0FGlutjR6Ef3A8rPktu1ZJt_7vpJM-wiWDvxLofEpyb0QDL9lk-s6MBmpEwpaLNnp2qZjpjV3BOAQ/s320/IMG_20221227_160814.jpg" width="320" /></a></div><br /><div>Un libro inesperado fue <i>El cuaderno rojo</i>, también de Paul Auster (Seix Barral/Booket, 2012). Es una serie de historias que le sucedieron al autor, a su familia y amigos y a personas cercanas a él a lo largo de su vida, en las que se dieron coincidencias increíbles. Desde otro marco de referencia, yo identifico estas coincidencias con las sincronicidades, término que introdujo Jung en su estudio de este fenómeno, y que luego ha sido tratado o atestiguado por muchos autores, científicos incluidos. Ahora, más allá de cómo le llamemos o de si creemos o no en la sincronicidad, lo cierto es que estas historias me asombraron y me conmovieron, y me recordaron —así lo percibo yo— que estas cosas suceden, que son parte del tejido de la vida. Como dice el conductor del metro en <i>El Sol también es una estrella</i>, al despedirse de sus pasajeros enojados por un apagón y el consiguiente retraso del tren: "Y no olviden abrir su corazón al universo".</div><div><br /></div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqZndRuQYkDv912fuzjvGRZyVEQVkV5MzkO8TFBfjWQeLZp0rALfZKdu_dvCi1wO9hL2tzM21JnsNwjh1iIMQ73P-gxNRtgdDR5XDhnjLUbyAJ3j6OnYHsMIWeT44bsx0rzc1sWtFtWD2xwovPVsdhmmnTl1ZVQY1OQSTd6Cj011TOeNXWTkSSYtMlzg/s3120/IMG_20221227_160352.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="3120" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqZndRuQYkDv912fuzjvGRZyVEQVkV5MzkO8TFBfjWQeLZp0rALfZKdu_dvCi1wO9hL2tzM21JnsNwjh1iIMQ73P-gxNRtgdDR5XDhnjLUbyAJ3j6OnYHsMIWeT44bsx0rzc1sWtFtWD2xwovPVsdhmmnTl1ZVQY1OQSTd6Cj011TOeNXWTkSSYtMlzg/s320/IMG_20221227_160352.jpg" width="320" /></a></div><br /><div>Y despido el año con <i>Él</i>, el segundo libro de la cuentista salvadoreña Georgina Vanegas (Ojo de Cuervo, 2022). La narradora (o las narradoras, según se lo quiera ver) habla de una relación que tuvo hace tiempo, pero en cada cuento lo hace desde una perspectiva distinta, que podría ser un momento determinado de la vida, pero también un sueño, una vida posterior (o una anterior) y hasta un mundo paralelo. Y la cosa se complejiza aún más cuando se van pasando las páginas de estos cuentos o relatos, y descubrimos que, en algún punto o aspecto, están conectados entre sí; forman un círculo, una red, un mundo, en el que los dos protagonistas se han encontrado y perdido muchas veces antes y volverán a hacerlo, y en el que el riesgo más grande no es que algo de eso haya pasado en la vida real, sino este: que el lector comprenda que el verdadero protagonista es él mismo o ella misma. Unos cuentos valientes, sorprendentes y desafiantes.</div></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9043859333718227099.post-57879936894292747792022-10-22T16:28:00.007-06:002022-10-25T13:30:17.247-06:00A cien años de «La tierra baldía»<p style="text-align: center;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjx1V0ye-99WlAqCguiagp4rqVaB6GfheN3jHYDWfqQOrAfFOHTTd6jTuwJXX2XTFJeGtxvY6Ym3yiwjyvYy2msEcwxPJyCQF8mn0V9PMptD-juoqLiez6LcbhkWOaNMyVLxxBvZktnRtwU1gZxLMVUsSM1zJjURaY9-qbszNNDsNJ_kRbbjM6IZqS6Ig/s2912/IMG_20221022_153706.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2912" data-original-width="2912" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjx1V0ye-99WlAqCguiagp4rqVaB6GfheN3jHYDWfqQOrAfFOHTTd6jTuwJXX2XTFJeGtxvY6Ym3yiwjyvYy2msEcwxPJyCQF8mn0V9PMptD-juoqLiez6LcbhkWOaNMyVLxxBvZktnRtwU1gZxLMVUsSM1zJjURaY9-qbszNNDsNJ_kRbbjM6IZqS6Ig/s320/IMG_20221022_153706.jpg" width="320" /></a><br /><br /></p><p></p><p class="MsoNormal"><i>The Waste Land</i> (<i>La tierra baldía</i>), de T. S.
Eliot, es uno de los grandes libros que este año cumplen un siglo de haber sido
publicados. (Otros son <i>Ulises</i>, de James Joyce, y <i>Trilce</i>, de César
Vallejo). Por este aniversario he releído el poema de Eliot en esta edición: <i>The
Annotated Waste Land with Eliot’s Contemporary Prose </i>(Yale University
Press, 2006), editado por Lawrence Rainey, especialista en literatura del
modernismo. Es una edición de lujo, ya que contiene, además del libro en sí,
una introducción extensa sobre la vida de Eliot y el proceso de escritura del texto,
notas minuciosas sobre el poema, fotos de los lugares que aparecen en él y
ensayos de Eliot de la época en que escribió el libro.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Personalmente, mi libro favorito de Eliot es <i>Four
Quartets</i>, pero, tras releerla, vuelvo a encontrar que <i>La tierra baldía</i>
es impresionante. Y lo es aun en su brevedad, pues es un poema de unos 430 versos, más
las notas que Eliot escribió, no tanto para mostrar las fuentes de sus citas,
sino<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-SV; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">…</span> para tener páginas suficientes para completar un libro corto.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Eliot es una de las grandes cosas que le debo a Rafa
Menjívar. Rafa recomendaba lecturas
personalizadas, poemas y poetas que pensaba que podían hablarle, y enseñarle
algo, a cada participante del taller. No recuerdo si a mí me
recomendó a Eliot o si lo leí porque Rafa hablaba con pasión sobre él, pero sí
sé que era para mí. Entre el cuarto y el quinto año de la universidad, busqué
en internet los grandes poemas y libros de Eliot, los imprimí y los anduve
leyendo en todas partes adonde iba. En cuarto año traduje «<a href="https://mariozetino.blogspot.com/2011/05/prufrock.html" target="_blank">La canción de amor de J. Alfred Prufrock</a>» y emprendí
la temeraria tarea de traducir <i>La tierra baldía</i>. Por allí tendré esa
versión, que no sé qué tan bien me habrá quedado, pero sí sé que fue mi forma
de leer ese poema. Para mí, Eliot es uno de mis maestros.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Esta edición definitivamente me ha hecho entender y
disfrutar más el poema; aunque decir «disfrutar» es sólo un modo de decir,
porque allí hay tantas cosas tan traumáticas… Aparte de eso, gracias a las
notas he podido entender más las partes que hacen referencia al budismo y al
hinduismo, y también entender más las diversas voces del poema, así como buena parte de los ambientes, que son del Londres de esa época.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><i>La tierra baldía </i>es sin duda uno de los
inicios de la literatura contemporánea, digamos la posterior a la Primera
Guerra Mundial, por su visión del mundo, por su técnica y por lo que nos permite
ver sobre nosotros mismos. Borges escribió que el arte debe ser como un espejo «que
nos revela nuestra propia cara». El poema de Eliot es un espejo efectivo y demasiado
efectivo: a un siglo de su publicación sigue mostrando tan fielmente el mundo que al mismo tiempo asombra y perturba.</p><p class="MsoNormal"><br /></p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">---</p><p class="MsoNormal">Nota: Pueden encontrar <i>La tierra baldía </i>en inglés en <a href="http://bartleby.com">bartleby.com</a> (un tesoro de literatura al que le debo muchísimo); y en español,
en el sitio <a href="http://www.materialdelectura.unam.mx/index.php/52" target="_blank">Material de Lectura</a>, de la UNAM, traducida por Manuel Núñez Nava.</p><p></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9043859333718227099.post-630442475073355482022-10-08T10:48:00.002-06:002022-10-10T21:08:42.357-06:00«Maletas perdidas», de Jacinta Escudos<p style="text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXumWUHy8gM9UmdMm6BVly8fwnKXJThP7cHUa0tTDTpZOpcnpgeNkPNxf-KMWGmT0gh1uAsVQnjh72SySljClFoAKnPWIMp4EcQKfEsyr_RgIfQmD3-1vPa9CAp6VnHPnOp5ul9RTI6xfN1muEp7XBc299ZTKEoaJtqax7uciKUltQrm2slJC6RC_S6w/s3120/IMG_20221008_094920.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="3120" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXumWUHy8gM9UmdMm6BVly8fwnKXJThP7cHUa0tTDTpZOpcnpgeNkPNxf-KMWGmT0gh1uAsVQnjh72SySljClFoAKnPWIMp4EcQKfEsyr_RgIfQmD3-1vPa9CAp6VnHPnOp5ul9RTI6xfN1muEp7XBc299ZTKEoaJtqax7uciKUltQrm2slJC6RC_S6w/s320/IMG_20221008_094920.jpg" width="320" /></a></div> <p></p><p class="MsoNormal"><i>Maletas perdidas </i>es un libro de crónicas de viajes de
Jacinta Escudos, una de los grandes narradores salvadoreños contemporáneos, publicado
por la editorial Los Sin Pisto. Este libro me acompañó durante varios meses, varios meses demasiado ocupados, en la sobremesa
y en las esperas, y su lectura me fascinó por varias cosas.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Creo que la primera fue poder conocer más a Jacinta como
cronista/columnista/escritora de no ficción, ya que el libro incluye textos
desde el año 2000, e incluso algunos fragmentos anteriores. Leer a Jacinta los
domingos en el periódico es algo que espero, y con este libro pude, de algún
modo, seguir su evolución como cronista en el más puro sentido del término:
alguien que cuenta lo que ve, lo que sucede en el lugar donde está.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Luego, están los motivos de los viajes. Los viajes narrados
en este libro no son turísticos; en varios de ellos, la autora se vio empujada
a viajar. Son los viajes de la vida de la autora, y en este sentido son
episodios del viaje de la vida. Así, ofrecen perspectivas de las cosas
distintas que se ven al viajar; pero mucho más que eso, ofrecen sencillamente
perspectiva: una mirada aguda y profunda de las cosas que se ven y se piensan y
se sienten al viajar y al vivir en un lugar que no es el de uno.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Y claro, esa mirada especial no sólo se puede tener al
viajar, sino que siempre, si uno la cultiva. De este modo, a lo largo de los
textos, podemos ver cómo las cosas y las situaciones comunes siempre pueden ser
narradas de maneras interesantes y profundas. Esto le devuelve al presente, a
la vida, el valor que la inconsciencia, la rutina y las dificultades le roban. </p>
<p class="MsoNormal">Por último, <i>Maletas perdidas</i> viene a enriquecer el
catálogo de libros de no ficción salvadoreños. Textos como los diarios, las crónicas y las memorias pueden ayudarnos a conocer más sobre la naturaleza
humana, sobre cómo somos bajo la superficie: cómo son los demás y sus vidas, y
por reflejo, cómo somos nosotros. A las librerías salvadoreñas no vienen muchos
libros de este tipo, y por eso Jacinta contribuye con el suyo: al compartir sus
experiencias y sus pensamientos, y al mostrar que es posible escribir a partir
de la propia experiencia. Al mostrar que lo necesario es observar, prestar
atención y escribir; sin importar si en nuestra casa o extranjeros, vivir y
escribir.<o:p></o:p></p>Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-9043859333718227099.post-7001056751756914842022-08-06T08:40:00.005-06:002022-08-06T13:13:44.586-06:00«La suma de los días», de Isabel Allende<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRkxxEyXYP06nt6akkAjJqJISkvAuYQ-ooggqIkzlDAJAUqkLqVkm40gsN4yLLqPuvrxwiloHHh_eJQVwzJOezp-B8FI6wncwnA6jYsNLhOA09ZtoD8kqQ7tOvgb2FaSPtnsPwvqTkifKBV-9KK__AA_WnX1YkZlezqRAFdAG1mOKRtQ3HngS0SYBlWA/s3120/1659794483564.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="3120" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRkxxEyXYP06nt6akkAjJqJISkvAuYQ-ooggqIkzlDAJAUqkLqVkm40gsN4yLLqPuvrxwiloHHh_eJQVwzJOezp-B8FI6wncwnA6jYsNLhOA09ZtoD8kqQ7tOvgb2FaSPtnsPwvqTkifKBV-9KK__AA_WnX1YkZlezqRAFdAG1mOKRtQ3HngS0SYBlWA/s320/1659794483564.jpg" width="320" /></a></div><p><br /></p><p>Se acaba la vacación de agosto, y también las lecturas de vacación. </p><p>En estos días aproveché para terminar «La suma de los días», las segundas memorias de Isabel Allende. Leerlas fue una de esas grandes coincidencias que nos sorprenden. </p><div>Hace un par de años leí «Paula», que es una carta larguísima que Isabel Allende le escribe a su hija, quien estuvo en coma a lo largo de su último año de vida. Ese es un libro tremendamente conmovedor y luminoso, que hay que estar o preparado o muy abierto para poder leer. Además, es un libro inclasificable, pero dentro de los géneros que combina, funciona como unas memorias.</div><div><br /></div><div>Y luego, por los días en que leía ese libro, mi mamá vio en unos usados «La suma de los días» y me lo regaló. Ahora que me puse a leerlo, encuentro que es… ¡exactamente lo que pasó después de «Paula»! </div><div><br /></div><div>Isabel Allende tiene el rito de comenzar sus libros sólo el 8 de enero y, quince años después de la muerte de su hija, sentándose sin saber qué escribir, acepta la sugerencia de su editora de escribir otras memorias. Y vuelve a escribirle otra larga carta a Paula.</div><div><br /></div><div>«La suma de los días» es un libro entretenido, honesto y revelador, que sorprende con la capacidad de Isabel para escribir prácticamente de lo que sea, y también muestra otros aspectos de la escritura que son esenciales para semejantes proezas, tales como la investigación documental y la entrevista.</div><div><br /></div><div>Mi ejemplar —un regalo precioso por lo que dice y por ser un libro usado— ya no tenía la cubierta, sino sólo una pasta dura café y lisa, y en el lomo, letras doradas. No será brillo y esplendor en las redes sociales, pero sí lo ha sido para mis ojos.</div><div><br /></div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMOOPtqfpCbSEnW4cyihUfTb1w89dPW5whAZ3g8FYupAh_kB_pb1fPuscRQwA0uORWbjoV59vbGkRvxApTBHPxVj7xBs69juEPVknn4TJ2Su62UWt1f1EPfP9Kg1p7y0uxD_sRSA-sfak-9j79R4Lln5WKtHihqMI7GjfcwXVD-v4-OhLgF3XVUqG2AQ/s3120/1659794483546.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="3120" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMOOPtqfpCbSEnW4cyihUfTb1w89dPW5whAZ3g8FYupAh_kB_pb1fPuscRQwA0uORWbjoV59vbGkRvxApTBHPxVj7xBs69juEPVknn4TJ2Su62UWt1f1EPfP9Kg1p7y0uxD_sRSA-sfak-9j79R4Lln5WKtHihqMI7GjfcwXVD-v4-OhLgF3XVUqG2AQ/s320/1659794483546.jpg" width="320" /></a></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9043859333718227099.post-30198373456338382632022-07-24T07:51:00.005-06:002022-07-24T07:52:38.304-06:00Canciones de amor y ausencia<p>Con una gran alegría, les presento mi libro nuevo. Muchas gracias a Artesanos & Editores por esta publicación.</p><p>Pueden descargarlo en este enlace: <a href="https://www.artesanosyeditores.com/inicio/e-books">https://www.artesanosyeditores.com/inicio/e-books</a></p><p>¡Que lo disfruten!</p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlDwRE2Kdp_S2BAhjrM2CkGnsf8vpXa55VklAo_c7T8r51uIZIV0derii1K88DhVq171EQXirYmYouXzv48-ExXJx64HNFJpBQ4MmQeAfyR-xmD-O2wF-CnDx-3EZu82LAi_FeWkoMyqCz-_4uO2j2myhlVFodK3Bf0FCEL_pN-jVty67wQLkpgKz67g/s1080/Lanzamiento.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1080" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlDwRE2Kdp_S2BAhjrM2CkGnsf8vpXa55VklAo_c7T8r51uIZIV0derii1K88DhVq171EQXirYmYouXzv48-ExXJx64HNFJpBQ4MmQeAfyR-xmD-O2wF-CnDx-3EZu82LAi_FeWkoMyqCz-_4uO2j2myhlVFodK3Bf0FCEL_pN-jVty67wQLkpgKz67g/w400-h400/Lanzamiento.png" width="400" /></a></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9043859333718227099.post-15100130130168101172022-03-21T06:55:00.007-06:002022-12-03T21:09:46.171-06:00En el Día Mundial de la Poesía<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEg3uP4CP3TIO9i1UNn7xeU7w6KqDCUHp0yyM-wHhEZyKxHmeK1yweSGGQXdYs_Wu1eW9svIeFGHBTMil-1aeds9o4TkI_pZhNBVkzY1mWO4bJPzN84D8mmlBfdENhcEKXtCFe27meumeKIqRD7QoQk3T28x_46RJ1Ov1BxhM-zhAXaR9ieD_V5v3zg5aw=s3713" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2250" data-original-width="3713" height="389" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEg3uP4CP3TIO9i1UNn7xeU7w6KqDCUHp0yyM-wHhEZyKxHmeK1yweSGGQXdYs_Wu1eW9svIeFGHBTMil-1aeds9o4TkI_pZhNBVkzY1mWO4bJPzN84D8mmlBfdENhcEKXtCFe27meumeKIqRD7QoQk3T28x_46RJ1Ov1BxhM-zhAXaR9ieD_V5v3zg5aw=w640-h389" width="640" /></a></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;"><br /></div><h2 style="text-align: left;">Poesía 22</h2><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: left;"><div>Tenemos que volver a las palabras.</div><div>Pues si nosotros, que las conocemos,</div><div>que hemos ido en su río de sonido</div><div>hasta el mar donde nacen: el silencio,</div><div>y en medio de su agua hemos sabido </div><div>que, al igual que ellas, de lo eterno</div><div>nacemos y a lo eterno retornamos;</div><div>si nosotros no volvemos a las palabras </div><div>y las damos, las ponemos en las manos</div><div>de todo aquel a quien le pertenecen,</div><div>que es todo aquel que escucha, todo aquel</div><div>que hoy está aquí, ya firme, ya extraviado,</div><div>no importa, pero humano; si no damos </div><div>la palabra que en viento recibimos,</div><div>¿qué somos?, y ¿para qué?, y ¿hasta cuándo?</div><div><br /></div><div>Tenemos que volver. Una y otra vez. </div><div>Habitar el momento, estar dispuestos</div><div>y escribir.</div><div>Incluso si en la arena si eso tiene el momento.</div><div>Escuchar, escuchar, escuchar. Dar.</div><div><br /></div></div><div style="text-align: left;"><div><i>Mario Zetino</i></div><div><i><br /></i></div><div><i><br /></i></div><div><span style="text-align: center;">(Fotografía: Michael Olsen, en Unsplash)</span></div></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9043859333718227099.post-89825538557370216952022-03-02T20:50:00.006-06:002022-03-03T22:37:21.451-06:00Reseñas de poesía. Emily Dickinson y René Figueroa<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEga5IBPTJY15aggTQLJWfJNfE-bngT0OCBl5nNyowa6AGx_Ywb15tenp7KIaJtk7eSj-m7MRi-DgR7UvDGyLrbAdNtIBysG9ORsMYj5WX2FXcpPogYZC_NOgS2Zk_BGUn828y-YNCIh_--7NtGi146UcBCz8qfxa_JPFn-gFHngcEtbiuogHJ0wSXM-JA=s3120" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="3120" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEga5IBPTJY15aggTQLJWfJNfE-bngT0OCBl5nNyowa6AGx_Ywb15tenp7KIaJtk7eSj-m7MRi-DgR7UvDGyLrbAdNtIBysG9ORsMYj5WX2FXcpPogYZC_NOgS2Zk_BGUn828y-YNCIh_--7NtGi146UcBCz8qfxa_JPFn-gFHngcEtbiuogHJ0wSXM-JA=s320" width="320" /></a></div> <div>Le robo tiempo al tiempo y termino estos dos libros.<p>«Morí por la belleza» es una antología de Emily Dickinson que tiene varias cualidades: la selección es novedosa, porque incluye poemas célebres de la autora (como su poema que empieza «La esperanza es esa cosa con alas») y también otros poco comunes, algunos de ellos muy personales, sobre hechos de la vida de Emily; y luego, la traducción, hecha por Carlos Pujol con versos clásicos (sobre todo endecasílabos y heptasílabos, los versos de la silva, la estrofa clásica más libre), es muy buena; esa factura en métrica deja ver ángulos distintos de los textos de esta gran poeta.</p><p>Y luego, «Por siempre viernes», de René Figueroa (Índole Editores, 2021), es una verdadera revelación. Este es un poemario sobre enfermedades mentales. Es un libro duro, difícil, denso, doloroso, pero ante todo: humano. El personaje hace acopio de sus fuerzas para trascender su circunstancia y, por medio de la fuerza de la poesía, decir lo que ha vivido, lo que vive y piensa y siente y sufre; logra mostrarlo, logra hacer que lo sintamos; con estos poemas nos damos cuenta de nuestra enorme complejidad y fragilidad. Fuerza: eso tiene este libro; muchísima y altísima fuerza. Incluso la forma de los poemas, todos de una sola estrofa y con frecuentes versos largos, llenando la página, contribuye texto a texto a hacer sentir esa densidad del libro. </p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhJVWIH4aNSxCIDBqEjREV-uIE58VpgsdPM0dsFjrqlg6bfUfXNmAVeCEl-v0_ZzKcRfoyU3OybczFlgvEpHyZNWjmr4kqxsRsxxvdFb4N7RzNwCBp-LM0I3Fh85TqLo5ek0IVDeZ45sAXtEjMcv81ujpL6bmleeMZah01M8tSUAUpaGWYdxbenDKM3KA=s3120" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="3120" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhJVWIH4aNSxCIDBqEjREV-uIE58VpgsdPM0dsFjrqlg6bfUfXNmAVeCEl-v0_ZzKcRfoyU3OybczFlgvEpHyZNWjmr4kqxsRsxxvdFb4N7RzNwCBp-LM0I3Fh85TqLo5ek0IVDeZ45sAXtEjMcv81ujpL6bmleeMZah01M8tSUAUpaGWYdxbenDKM3KA=s320" width="320" /></a></div><br /><p>Este es el cuarto poemario de René, y en él pasa del talento, de su gran talento como escritor, a la maestría, a un dominio de su recursos que puede sentirse, para ir con sus palabras a donde él desee ir. Y en este caso, René utiliza esa capacidad para lo más importante: para vivir, para vivir a través de y desde la poesía.</p></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9043859333718227099.post-84038947614472293332022-02-17T17:27:00.005-06:002022-02-20T09:14:44.932-06:00Poemas de écfrasis<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEglN1ZB4-5EMqflr71VQAKfzVc3hWDGSHcz2baFJiwROORbw4XmnaAqPYPf0DSmxTV08idzLNqdijVOWo2tfkQz9LSvBP0BW5fCu25TMMkQE68nxcpe9QjlhEWRQhk98x-FFUephPN-fqcatHlDyfM10kOtxaiQQGg0iQ0Nll8pUZHJ_4dpMJtCjFNHag=s1162" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="872" data-original-width="1162" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEglN1ZB4-5EMqflr71VQAKfzVc3hWDGSHcz2baFJiwROORbw4XmnaAqPYPf0DSmxTV08idzLNqdijVOWo2tfkQz9LSvBP0BW5fCu25TMMkQE68nxcpe9QjlhEWRQhk98x-FFUephPN-fqcatHlDyfM10kOtxaiQQGg0iQ0Nll8pUZHJ_4dpMJtCjFNHag=w400-h300" width="400" /></a></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">Imagen: página de écfrasis del sitio web del MARTE</div><p><br /></p><p>El Museo de Arte de El Salvador (MARTE) ha publicado los textos que se escribieron en el taller de écfrasis que Kalina Editorial realizó durante tres años (2017-2019). La écfrasis «se define como la representación verbal de una representación visual» (página del MARTE), y el proyecto del taller consistió en escribir a partir de obra visual expuesta en el museo. Yo tuve la oportunidad de participar en las ediciones de 2018 y 2019, y aprendí muchísimo sobre escribir y sobre arte, en especial sobre arte salvadoreño; expandí mi visión sobre ambas cosas. </p><p>El taller fue dirigido por la escritora salvadoreño-estadounidense Alexandra Lytton Regalado, y pienso y percibo que, a través de ese espacio, su visión como escritora, tallerista y académica han influido en la literatura salvadoreña contemporánea, tanto en su producción como en la reflexión acerca de esta. Las formas de pensar y de escribir mostradas allí están llenas de posibilidades; resultaron textos de gran originalidad y fuerza; y el diálogo que se inició entre los escritores y artistas que participaron en el taller seguirá, como conversación, como discusión y como creación, por mucho tiempo.</p><p>Comparto los enlaces.</p><p>La página de écfrasis del sitio del MARTE, con la lista completa de los textos (en su mayoría poemas) y las obras que los inspiraron. Cada texto viene también en audio, leído por su autor.</p><p><a href="https://www.museomarte.org/ecfrasis">https://www.museomarte.org/ecfrasis</a></p><p>Y mis dos poemas:</p><p><a href="https://www.museomarte.org/encendedor" target="_blank">Un recordatorio del misterio</a> (2018)</p><p><a href="https://www.museomarte.org/nidos" target="_blank">Casa profunda</a> (2019)</p><p>En la publicación, «Un recordatorio del misterio» ha quedado todo como prosa, lo que me parece bien interesante. Pueden encontrar el poema en verso en <a href="http://mariozetino.blogspot.com/2018/03/dia-de-la-poesia.html" target="_blank">este post</a>.</p><p>Gracias al MARTE por el espacio y por la publicación, y a Kalina Editorial y a Alexandra por una experiencia que ha marcado una época.</p>Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-9043859333718227099.post-17928716742769102022021-12-21T21:18:00.005-06:002021-12-21T23:18:29.194-06:00Azares, libros<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgXzBibTqCfT6NqHBkANiNsamsms0NYPBkkqAI2NIwAEVOHWJWw82Hi24B85ZKY_jjTPHrU6LZoyp7kTG-FaaxDt3UsIXFqFZoybeRCnwe7PrIYjRsgq9dGEF0YQ1aZtnmeg7B3b1IzHvTjNcZUdHNQQeR3gjq13QzuOPCvNfjT-qXN2JKvtb7TAwUPgQ=s3120" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="3120" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgXzBibTqCfT6NqHBkANiNsamsms0NYPBkkqAI2NIwAEVOHWJWw82Hi24B85ZKY_jjTPHrU6LZoyp7kTG-FaaxDt3UsIXFqFZoybeRCnwe7PrIYjRsgq9dGEF0YQ1aZtnmeg7B3b1IzHvTjNcZUdHNQQeR3gjq13QzuOPCvNfjT-qXN2JKvtb7TAwUPgQ=w400-h400" width="400" /></a></div><div><br /></div><div><br /></div>Hace un par de años compré en una librería de usados de una ciudad pequeña de California <i>Strait is the gate </i>(<i>Estrecha es la puerta</i>), una traducción de una novela de André Gide. Creo que lo compré porque recordaba que Borges hablaba de él con admiración en alguno de sus textos. Cuando lo empecé a leer, en ese mismo viaje, encontré esto en las primeras líneas:<br /><p></p><p><i>... I shall set down my recollections quite simply, and if in places thay are ragged, I shall have recourse to no invention and neither patch nor connect them...</i></p><p>Me gustaron esas palabras, las palabras que habían escogido para la traducción (<i>recollections </i>por recuerdos, <i>ragged</i>, <i>no invention</i>, <i>neither patch nor connect</i>); y me pareció un procedimiento genial para contar una historia, y anoté ese pasaje en un cuaderno. Pero el libro ya no lo leí. </p><p>Al regreso del viaje, por un descuido perdí mi vuelo en México, y tuve que esperar hasta el día siguiente por el otro. Todo el trajín que siguió fue una experiencia demasiado estresante, y para la noche, yo estaba destrozado, y eso incluía andar con mi mochila, llena a reventar, de arriba para abajo. Decidí dejar algunas cosas de las que pudiera prescindir, y allí se quedaron, en cualquier lugar, varios libros, el de Gide entre ellos.</p><p>Hoy, me doy una vuelta por la Librería Roxsil, y entre las maravillas que me encuentro está nada más y nada menos que <i>La puerta estrecha</i>, editada por DeBolsillo. Abro el libro, busco entre las primeras líneas, y allí están esas palabras:</p><p><i>Escribiré pues con entera sencillez mis recuerdos, y, si en algunos puntos están hechos girones, no recurriré a la fantasía para remendarlos o unirlos...</i></p><p>Esto, por supuesto, es ficción; estamos ante una novela. Pero quiero ver qué novela escribe, qué historia cuenta y cómo la cuenta, quien promete usar ese procedimiento. Y sí: voy en las primeras páginas, y este es un libro que quería leer, y también un reencuentro.</p><p>Y la necesaria recomendación: vayan a la Roxsil. La selección que han traído para fin de año está a-lu-ci-nan-te, en clásicos, en contemporáneos y en novedades. Yo me he quedado pensando en varios libros de Cátedra, que son tan bonitos y que traen estudios tan chivos.</p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9043859333718227099.post-374059647353673962021-12-18T22:30:00.007-06:002021-12-19T15:03:50.351-06:00Lecturas del 2021<p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgqqh5AH8p9LML6vtHJvL9uk8HJ7B0in021G3EFyPlz-z7fSq7mpTFQCICOG4b8LdDb-7WCNKotkvBqPQ5TQD9R0V6AiHXSkivCgLFGwTVKTAY9CtN9altoRKJtx9s41lEFdAAlOMRElj-qpE_-27f3equ3fezGT71bf-gY3p4KOL9XIpw6ywX44gjWNA=s1090" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="836" data-original-width="1090" height="490" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgqqh5AH8p9LML6vtHJvL9uk8HJ7B0in021G3EFyPlz-z7fSq7mpTFQCICOG4b8LdDb-7WCNKotkvBqPQ5TQD9R0V6AiHXSkivCgLFGwTVKTAY9CtN9altoRKJtx9s41lEFdAAlOMRElj-qpE_-27f3equ3fezGT71bf-gY3p4KOL9XIpw6ywX44gjWNA=w640-h490" width="640" /></a></div><p></p><p><br /></p><p>Este año me acerqué a la treintena de libros leídos; pero, por supuesto, más que decir un número, quisiera comentar algunos.</p><p>A principios de año leí <i>Donde me encuentro</i>, de Jhumpa Lahiri, un libro que no entra en una clasificación precisa, y que podría describir como una novela de autoficción hecha a partir de pequeños relatos. La autora cuenta cosas que ve y que le pasan a lo largo de un año de su vida, y uno no sabe si está leyendo el diario de una narradora o un diario ficticio. En cualquier caso, a mí me cautivó la escritura de Jhumpa Lahiri de lo cotidiano y las rutinas y las reflexiones sobre la vida a partir de esas dos cosas.</p><p>Luego, la mayoría de lo que leí es poesía. La verdad es que la mayoría de lo que leo es poesía. Hablo de algunas de mis lecturas en este género.</p><p><i>Tierra de noches inmensas</i>, de mi amiga Belén Atienza, es un primer libro depurado y poderoso, en cuya edición tuve la oportunidad de participar. De él escribí una reseña que se publicó en la <a href="https://www.latinobookreview.com/tierra-de-noches-inmensas---beleacuten-atienza--latino-book-review.html" target="_blank">Latino Book Review</a>. También leí varios premios Adonáis, y mi favorito de ellos fue <i>Bello es el riesgo</i>, de Marcela Duque, un poemario que entreteje poesía y filosofía y desde una mirada de la vida muy fresca. Y creo que por mayo o junio me golpeó <i>Polvo que une</i>, un libro de juventud de la poeta argentina María Julia De Ruschi, que es catártico y sentido a morir; un poemario bien fuerte sobre el amor y la muerte. </p><p>Y también me dio mucho <i>Mnemosine</i>, de Roxana Méndez. Además del disfrute de los poemas, este libro me dejó lecciones técnicas valiosas. Por ejemplo, allí Roxana hace sonetos en alejandrinos, cosa que en estos tiempos yo considero una verdadera proeza. Además de escribir varios sonetos así, Roxana me mostró con esos textos licencias poéticas que yo no visualizaba, como rimas consonantes que se pueden hacer asonantes, y funcionan. Y volviendo al libro en general, para mí el poema central es «Mujer en su oficina»; lo considero un poemazo. De esta autora ya había leído su poemario siguiente, <i>El cielo en la ventana</i>, y quedo invitado a leer el último que ha publicado, <i>La lluvia de 1979</i>.</p><p>Leí una novela juvenil (trato de estar al tanto de este panorama), <i>36 preguntas para conocerte y 4 minutos para amarte</i>, de Jordi Sierra i Fabra, que es muy buena en cuestión de historia y de tensión, y muy poética. Además, el autor hace un uso sabio del cuestionario de Arthur Aron, del cual viene el título de la novela.</p><p>Por último, pero para nada menos importantes, entre libros de varios géneros, leí el ensayo de filosofía <i>El aroma del tiempo</i>, del célebre, y necesario, filósofo contemporáneo Byung-Chul Han, y resoné con sus planteamientos sobre cómo consideramos (o no consideramos) el tiempo en el mundo de hoy; saldé mi deuda de leer <i>Al otro lado del mar</i>, de Jorgelina Cerritos, y me encontré con una obra de teatro <i>bellísima</i>; y entre los libros de cuentos que leí, <i>Chicas bailarinas</i>, de Margaret Atwood, me entretuvo, me hizo reír y llorar, me habló de la vida y me ayudó a entender un poco más mi propia vida.</p><p>Dejo aquí la lista de mis lecturas, agrupadas por género.</p><p><br /></p><p><b>Poesía</b></p><p>«Tierra de noches inmensas», Belén Atienza</p><p>«Poesía amorosa» (antología)</p><p>«Nostalgia del presente», Tania Pleitez Vela</p><p>«Deformación de la noche», René Figueroa</p><p>«Bello es el riesgo», Marcela Duque</p><p>«El mar en las cenizas», José Alcaráz</p><p>«Mineral y luz», José Antonio Fernández Sánchez</p><p>«Los días eternos», María Elena Higueruelo</p><p>«Toda la violencia», Abraham Guerrero</p><p>«El recelo del agua», Bibiana Collado</p><p>«El contorno del roble», Felicitas Castillo</p><p>«Polvo que une», María Julia de Ruschi</p><p>«Van pasando mujeres y otros poemas», antología de Alfonsina Storni, compilada por Delfina Muschietti</p><p>«Mnemosine», Roxana Méndez</p><p>«El libro del carnero», Josué Andrés Moz</p><p>«Versos de un joven poeta», antología de Rainer María Rilke</p><p><br /></p><p><b>Cuento</b></p><p>«El territorio del ciprés», antología de cuento del Taller Palabra y Obra</p><p>«Aliento de cachorro», Patricia Lovos. Pueden leer la reseña que escribí sobre este libro en la revista <a href="https://elescarabajo.com.sv/periodismo/resena/aliento-de-cachorro-el-primer-libro-de-patricia-lovos/">El Escarabajo</a></p><p>«Cómo nacieron las estrellas», Clarice Lispector</p><p>«Chicas bailarinas», Margaret Atwood</p><p>«Soft Machine», Ricardo Hernández Pereira</p><p><br /></p><p><b>Novela</b></p><p>«Donde me encuentro», Jhumpa Lahiri</p><p>«36 preguntas para conocerte y 4 minutos para amarte», Jordi Sierra i Fabra</p><p>«Háblame de eso», Antonio Jiménez Ariza</p><p><br /></p><p><b>Diario</b></p><p>«Parte de mí» (diario, blog), Marta Sanz</p><p><br /></p><p><b>Ensayo</b></p><p>«El aroma del tiempo», Byung-Chul Han</p><p><br /></p><p><b>Teatro</b></p><p>«Al otro lado del mar», Jorgelina Cerritos</p><p><br /></p><p><b>Divulgación científica</b></p><p>«Aprender a leer», del neurocientífico Stanislas Dehaene</p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9043859333718227099.post-735445368907813232021-11-04T19:05:00.008-06:002021-12-28T18:45:07.853-06:00Un diario singular<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiT7odItwxPP6d12Ac2TvuHgVAwuIybvTuiVTgjS81veEv_3tNMM0p2-4i8AGjfQHVBjwTfI5-XfXQ0IkwhLOMmL7wQNoAZU-M-cLjmDnddjmKFZOz80U8MSBHyAETl4kdlkG4arSMkC939K-L7pyP1PueN-Wl7TEwrBB33wVTtlOdYme_dAi809mUuZQ=s4160" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4160" data-original-width="3120" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiT7odItwxPP6d12Ac2TvuHgVAwuIybvTuiVTgjS81veEv_3tNMM0p2-4i8AGjfQHVBjwTfI5-XfXQ0IkwhLOMmL7wQNoAZU-M-cLjmDnddjmKFZOz80U8MSBHyAETl4kdlkG4arSMkC939K-L7pyP1PueN-Wl7TEwrBB33wVTtlOdYme_dAi809mUuZQ=s320" width="240" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><p>Un día hace algunos meses, entré a la página de Anagrama a curiosear, a ver qué novedades había, y me encontré con que hacía poco habían publicado un diario de pandemia: <i>Parte de mí</i>, de la escritora española Marta Sanz. Era un diario muy peculiar, porque sus entradas consistían en los posts de la cuenta de Instagram (<a href="https://www.instagram.com/msanzpastor7/">@msanzpastor7</a>) que la autora abrió durante la cuarentena, y hasta incluía las fotos. La sinopsis dice: «La escritora va apropiándose irónicamente del medio mientras el medio la vampiriza». Y cabal: eso pasa con Instagram. Me pregunté: «Ajá, ¿cómo le hizo para escribir un diario en un medio tan adictivo? Quisiera saber cómo lo resolvió». Me quedé con ganas de leerlo y pensé: «A ver cuándo lo traen por aquí». Por suerte, no tuve que esperar a eso. Hace poco una amiga fue a Barcelona, y aproveché de pedírselo, y cuando me lo dio, no quiso cobrármelo: ¡me lo regaló! ¡Un regalo de cumpleaños adelantado!</p><p><i>Parte de mí</i> me encanta. Desde hace tiempo había sentido la necesidad de volver a cosas como los diarios, las memorias; cosas un poco menos de ficción. La poesía no la dejo, pero junto con eso, sentía que, en prosa, quería leer cosas así. Pues con este libro encuentro lo que andaba buscando. Podría decir que es una combinación de diario y blog (un blog buenísimo) y algo más. Guardo una nostalgia incurable por los blogs. El primer blog al que fui asiduo fue <a href="https://rmenjivar.blogspot.com/" target="_blank">Tribulaciones y asteriscos</a>, de Rafael Menjívar Ochoa, y cuando alguien, en sus cuentas de redes sociales, escribe una entrada, la disfruto mucho. Eso es este libro, un diario escrito en público. Esa es una forma de escribir y compartir que se agradece y crea conexión. Como lo dice Natalie Goldberg, ayuda a contestar la pregunta: ¿Cómo vives?</p><p>Y bueno, cuento de lo chivo que es el libro, y pongo la foto con el separador que le he puesto: la factura de la Casa del Llibre. Venía adentro por error, por supuesto, pero para mí es un separador precioso. Quien ama los libros me entiende.</p><p>Como dice Marta Sanz: «Extrañeza, amigos y amigas, libros, el amor son… parte de mí».</p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMIQ8T-kL7IeTlV5DB8JlVh1tP83MJOxOW3s5CvdniAx86grwfmMusoRzfytqy8EHoVC-kSZ5p_RVb83hE_kNPhlv-fV4gzTZ9vL-X80qQ54OLRiMWIUfM3rm0_jTarHQiHxJ9x-4PIckS/s2048/1636073889382.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="2048" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMIQ8T-kL7IeTlV5DB8JlVh1tP83MJOxOW3s5CvdniAx86grwfmMusoRzfytqy8EHoVC-kSZ5p_RVb83hE_kNPhlv-fV4gzTZ9vL-X80qQ54OLRiMWIUfM3rm0_jTarHQiHxJ9x-4PIckS/s320/1636073889382.jpg" width="320" /></a></div>Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-9043859333718227099.post-36535120540070680272021-09-11T23:29:00.008-06:002021-12-28T18:46:23.516-06:00Vuelve «Uno dice»<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEihj3gFAqjnCYQzhtc2bNYmnQ39F8qmV7a3O1TZLszLc-32A4gpyvPThkIixQ3oJJ-ArUOLg4rzOESsNtXce-VzY51ycU7DSeXNXzSJZWz2QDYN1R2CV_V1BzbjHA-xcW2zZtnWwqv7xbC92dsIWIoe77n2HFcAyH2ZBFAF3OfRuzFFdnrGsMXnbGPgng=s1900" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1900" data-original-width="1900" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEihj3gFAqjnCYQzhtc2bNYmnQ39F8qmV7a3O1TZLszLc-32A4gpyvPThkIixQ3oJJ-ArUOLg4rzOESsNtXce-VzY51ycU7DSeXNXzSJZWz2QDYN1R2CV_V1BzbjHA-xcW2zZtnWwqv7xbC92dsIWIoe77n2HFcAyH2ZBFAF3OfRuzFFdnrGsMXnbGPgng=w640-h640" width="640" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /> <p></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9043859333718227099.post-65229410318869834592021-08-14T15:55:00.015-06:002023-03-05T19:13:36.859-06:00Recordatorio o instapoema<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiIwFhyjhm2izncA-5d5N7Y8jVivdHAPqREfSZpiS1CIym3Rh-pW5pfKstHOxC2GSSFSmixvSp_3W7zg15503m1x0TwzquisQtjK1cCOns73iz9nJfbTjm3k_SDv1qwqdgf_KDzMyfTBlbM_wIcy1LK6MloF6C9CL5EYDZUZF1texcEnLLkoDvVImU42w=s3068" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3068" data-original-width="3068" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiIwFhyjhm2izncA-5d5N7Y8jVivdHAPqREfSZpiS1CIym3Rh-pW5pfKstHOxC2GSSFSmixvSp_3W7zg15503m1x0TwzquisQtjK1cCOns73iz9nJfbTjm3k_SDv1qwqdgf_KDzMyfTBlbM_wIcy1LK6MloF6C9CL5EYDZUZF1texcEnLLkoDvVImU42w=s320" width="320" /></a></div><div style="text-align: center;">Foto de Poojan Desai, en unsplash.com</div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;"><br /></span></div><h2 style="text-align: left;">Memento o instapoema</h2><div><div><i><span face="Roboto, Arial, sans-serif" style="color: #202124; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;"><br /></span></i></div><div><i><span face="Roboto, Arial, sans-serif" style="color: #202124; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;">—</span><span face="Roboto, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #202124; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;">Memento vivere</span></i></div></div><p><span face="Roboto, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #202124; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;">La vida verdadera es tan secreta…</span><br style="background-color: white; color: #202124; font-family: Roboto, Arial, sans-serif; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;" /><span face="Roboto, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #202124; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;">El auténtico centro de los días</span><br style="background-color: white; color: #202124; font-family: Roboto, Arial, sans-serif; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;" /><span face="Roboto, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #202124; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;">no pertenece a las fotografías;</span><br style="background-color: white; color: #202124; font-family: Roboto, Arial, sans-serif; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;" /><span face="Roboto, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #202124; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;">siempre huirá: relámpago, saeta.</span><br style="background-color: white; color: #202124; font-family: Roboto, Arial, sans-serif; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;" /><span face="Roboto, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #202124; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;">Por más amor y famas que prometan</span><br style="background-color: white; color: #202124; font-family: Roboto, Arial, sans-serif; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;" /><span face="Roboto, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #202124; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;">la perpetua pantalla y sus porfías,</span><br style="background-color: white; color: #202124; font-family: Roboto, Arial, sans-serif; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;" /><span face="Roboto, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #202124; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;">sólo nosotros, al final del día,</span><br style="background-color: white; color: #202124; font-family: Roboto, Arial, sans-serif; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;" /><span face="Roboto, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #202124; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;">seguimos siendo. Horizontes, metas,</span><br style="background-color: white; color: #202124; font-family: Roboto, Arial, sans-serif; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;" /><span face="Roboto, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #202124; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;">glorias, reales o imaginadas;</span><br style="background-color: white; color: #202124; font-family: Roboto, Arial, sans-serif; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;" /><span face="Roboto, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #202124; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;">el corazón, que no puede engañarse</span><br style="background-color: white; color: #202124; font-family: Roboto, Arial, sans-serif; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;" /><span face="Roboto, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #202124; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;">(¡ni electrónicamente replicarse!),</span><br style="background-color: white; color: #202124; font-family: Roboto, Arial, sans-serif; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;" /><span face="Roboto, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #202124; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;">pone a un lado, y deja iluminadas</span><br style="background-color: white; color: #202124; font-family: Roboto, Arial, sans-serif; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;" /><span face="Roboto, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #202124; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;">sólo las cosas esenciales. ¿Cuáles?</span><br style="background-color: white; color: #202124; font-family: Roboto, Arial, sans-serif; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;" /><span face="Roboto, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #202124; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;">Esas que el corazón sin cesar habla;</span><br style="background-color: white; color: #202124; font-family: Roboto, Arial, sans-serif; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;" /><span face="Roboto, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #202124; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;">charla que rehuimos y no entabla,</span><br style="background-color: white; color: #202124; font-family: Roboto, Arial, sans-serif; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;" /><span face="Roboto, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #202124; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;">cuando luces reales y virtuales</span><br style="background-color: white; color: #202124; font-family: Roboto, Arial, sans-serif; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;" /><span face="Roboto, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #202124; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;">se apagan. ¿Oyes? Siempre quiere hablarte.</span><br style="background-color: white; color: #202124; font-family: Roboto, Arial, sans-serif; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;" /><br style="background-color: white; color: #202124; font-family: Roboto, Arial, sans-serif; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;" /><span face="Roboto, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #202124; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;">Tan secreta es la vida verdadera</span><br style="background-color: white; color: #202124; font-family: Roboto, Arial, sans-serif; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;" /><span face="Roboto, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #202124; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;">que si alguna ocasión la ves afuera,</span><br style="background-color: white; color: #202124; font-family: Roboto, Arial, sans-serif; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;" /><span face="Roboto, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #202124; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;">es sólo en el prodigio de las artes</span><br style="background-color: white; color: #202124; font-family: Roboto, Arial, sans-serif; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;" /><span face="Roboto, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #202124; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;">o sólo en las palabras más sinceras.</span><br style="background-color: white; color: #202124; font-family: Roboto, Arial, sans-serif; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;" /><br style="background-color: white; color: #202124; font-family: Roboto, Arial, sans-serif; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;" /><span face="Roboto, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #202124; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;">La vida verdadera es un tesoro</span><br style="background-color: white; color: #202124; font-family: Roboto, Arial, sans-serif; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;" /><span face="Roboto, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #202124; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;">que no vemos, por ver los falsos oros.</span><br style="background-color: white; color: #202124; font-family: Roboto, Arial, sans-serif; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;" /><br style="background-color: white; color: #202124; font-family: Roboto, Arial, sans-serif; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;" /><span face="Roboto, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #202124; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;">Y si ahora publico este poema</span><br style="background-color: white; color: #202124; font-family: Roboto, Arial, sans-serif; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;" /><span face="Roboto, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #202124; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;">en mis redes sociales, es que quiero</span><br style="background-color: white; color: #202124; font-family: Roboto, Arial, sans-serif; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;" /><span face="Roboto, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #202124; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;">decir aquí: lo que es más verdadero</span><br style="background-color: white; color: #202124; font-family: Roboto, Arial, sans-serif; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;" /><span face="Roboto, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #202124; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;">es sólo nuestro. Su misterio quema.</span></p><p><span face="Roboto, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #202124; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;"><br /></span></p><p><span face="Roboto, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #202124; font-size: 16px; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;"><i>Mario Zetino</i></span></p><p><span face="Roboto, Arial, sans-serif" style="color: #202124;"><span style="background-color: white; font-variant-ligatures: none; letter-spacing: 0.1px; white-space: pre-wrap;">14 agosto 2021</span></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9043859333718227099.post-31480861039642994452021-01-19T13:28:00.028-06:002021-12-28T16:20:22.563-06:00Lecturas del 2020<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEi-_G0J0NnznXmRpqE-hVeI4UxrV28WU0tPzvkAVUVSUY5wVjJ5BpHgMljgZWAi_EZep9psVnhrgR_QSvyXMw50lVzn9SzzWBXL4RcjUzB5hmAeaPCyNaf7PlYmMXw42dhm0pHj3KknBvMUnQVn9B8FAYlqfTrxIn1SIK9NpmOM_JPmsbcqxKGJjwUyDg=s831" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="831" data-original-width="825" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEi-_G0J0NnznXmRpqE-hVeI4UxrV28WU0tPzvkAVUVSUY5wVjJ5BpHgMljgZWAi_EZep9psVnhrgR_QSvyXMw50lVzn9SzzWBXL4RcjUzB5hmAeaPCyNaf7PlYmMXw42dhm0pHj3KknBvMUnQVn9B8FAYlqfTrxIn1SIK9NpmOM_JPmsbcqxKGJjwUyDg=w398-h400" width="398" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><p>Me he tardado en escribir
este post, pero no quería dejar de hacerlo. Confío en que no es tan
tarde. Siempre es un buen momento para leer y hablar de libros.</p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 12pt;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 12pt;">El año pasado siento que
recuperé la lectura. No es que antes hubiera dejado de leer, sino que sentía
que leía de modo muy disperso. El año pasado, al haberme quedado en mi casa, recuperé
la sensación de continuidad al leer, la sensación de leer un libro como un
viaje en el que se camina un poquito cada día. Estos son los libros con los que hice esos viajes.</p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 12pt;">Comencé el año con <b>«Cómplices»</b>,
de Benito Taibo. Se lo regalé a mi abuela en navidad en el 2019, y unos días
después me dijo que ya lo había leído y que estaba divertidísimo; que me lo
llevara, porque yo también tenía que leerlo. Tenía toda la razón; me divertí a
mares. Copio aquí un pasaje que si bien no es hilarante, sí que habla de algo
importante, importantísimo:</p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 12pt;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 12pt;">«El maestro Fernando tiene otro
problema. Sigue al pie de la letra el programa de estudios de la Secretaría de
Educación, y gracias a ello hemos tenido que leer cosas como la "Ilíada", la "Odisea" y el «Cantar de mío Cid". Y, la verdad, no hemos entendido nada de
nada. Como si estuvieran escritos en otro idioma y no en español. O a ver si no
tengo razón:<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><i>¿Venides, Alvar Fáñez? ¡Una osada lan</i><i><span style="mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">ç</span>a!<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal"><i>Donde quiera os enviase siempre tengo gran esperanza.<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal"><i>Eso con esto sea juntado,<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 12pt;"><i>Os doy un quinto, si os
parece, Minaya.<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 12pt;">¡Qué tal! ¿O lo entendiste? De
ser así, eres un genio, te felicito y con gusto te regalo el ejemplar del Cid
que me obligaron a comprar. […] Creo que para leer este libro y otros como este,
se necesita haber leído antes otros libros. Pero como la Secretaría dice que
hay que leerlo, pues ni modo».<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 12pt;">Apoyo totalmente a este
estudiante. Para mí, la clave del asunto está en esta frase: «Creo que
para leer este libro y otros como este, se necesita haber leído antes otros
libros». Yo
disfruto mucho la literatura clásica, y el «Cantar de mío Cid» o «Poema de mío
Cid» me encantó, porque lo leí por mi voluntad, por curiosidad, y con los
conocimientos necesarios para hacerlo. Sostengo que el bachillerato no es el
momento de la vida para leerlo completo.</p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 12pt;">Luego, mi año dio un giro
radical con <b>«El camino del artista»</b>, de Julia Cameron. Este libro es un
curso de doce semanas para descubrir o redescubrir la creatividad, y puede ser
hecho por cualquier persona, no se necesita ser un artista para hacerlo. Como
digo, ese libro me cambió el año, y es muy probable que la vida.</p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 12pt;"><b>«Things fall apart»</b>, que en español se llama «Todo se desmorona», es el libro más célebre del
nigeriano Chinua Achebe, y cuenta la historia de una época que conmueve los cimientos de una tribu nigeriana. Este es un libro con el que tengo una historia curiosa. Lo
comencé a leer en español en el 2016 en una biblioteca de California; lo continué,
también en español, hasta el año pasado, en la biblioteca de la UCA (justo lo
estuve leyendo la tarde en que se decretó la cuarentena); y lo terminé en mi
casa, en inglés, con un ejemplar que compré por un dólar en unos usados en
Antiguo Cuscatlán. Un libro cuya belleza justificó un viaje de lectura tan
singular.</p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 12pt;">Y hablando de viajes
singulares, otro libro que me ha cambiado la vida es <b>«Come, reza, ama»</b>,
de Elizabeth Gilbert. Esto, sencillamente, <i>hay que leerlo</i>. Una y otra vez
vuelvo a este pasaje: «El <i>Bhagavad Gita</i> —la base sánscrita fundamental
del yoga— sostiene que vale más vivir tu propio destino imperfectamente que
vivir a la perfección el destino de otra persona».</p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 12pt;">Desde hacía unos años tenía en
mi librera <b>«El evangelio según Jesucristo»</b>, de José Saramago. Me lo regaló
un tío que es, muy justificadamente, fan de Saramago. Para Semana Santa me
animé a leerlo, y encontré un libro be-llí-si-mo. Pensé: ¡Este hombre (Saramago)
sí que supo lo que era el amor! Para muchos creyentes de las diversas denominaciones
cristianas será un libro sacrílego; pero para un lector con la mente y el corazón
abiertos podrá ser esto: uno de los libros más hermosos que se han escrito en esta
época.</p>Y por supuesto que leí poesía. <b>«Umbrales»</b> y <b>«Poemas en blanco y negro»</b> me
acompañaron en las colas del súper durante la cuarentena y (aunque más de alguien no me lo crea) también en las colas para esperar las tortillas. (¡Hemos vivido tiempos críticos!). «Umbrales», de Claribel Alegría, fue una
relectura, y cuenta el viaje de la vida que Claribel emprendió cuando asumió su vocación de ser escritora. Por otra parte, los «Poemas en blanco y negro», de Leonardo Nin, escritor dominicano, amigo, me hicieron darme cuenta de lo poco que sabemos de la literatura del Caribe,
a pesar de que estamos tan cerca. Puse post-it amarillos en poemas a los que
debo regresar. Un par de pasajes: «Si mi mano fuera de tinta / tatuaría mi historia en la pared
del olvido»; «Soy energúmeno / consumidor empedernido de sandeces». Con ese último fragmento me reí un día entero. Me hizo pensar: «Gran descripción mía, con todas las cosas que me echo a
la cabeza».<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 12pt;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 12pt;">Además terminé, luego de casi 15 años de irlo leyendo, <b>«Walt Whitman. The Complete Poems»</b> (¡adoro a Whitman!), editado por Francis Murphy, y <b>«Las cien mejores poesías líricas de la lengua castellana»</b>, una antología
de Marcelino Menéndez y Pelayo, que llevaba varias décadas en mi casa y que leí apoyada por otras dos: <b>«Poetas españoles
del Siglo de Oro»</b>, compilada por Francesc Cardona, y <b>«Poesía española. Siglos XV, XVI y XVII»</b>, de un misterioso Migal. El año pasado, me entró curiosidad por conocer más la poesía del Renacimiento, y puse
ojos a la obra. </p>También me acompañaron estos libros de poesía: la plaquette <b>«Mi tierra es una lengua»</b>, de Belén Atienza, una muestra potente de la poesía española contemporánea; <b>«El cielo en la ventana»</b>, de la salvadoreña Roxana Méndez, un
libro a la vez sutil y poderoso sobre viajes, geográficos y existenciales; <b>«Estrellas
en el pozo»</b>, el primer poemario de Claudia Lars, al que volví después de haberlo leído en bachillerato, y en el que encontré —¡sí, allí
estaba!— la misma magia de entonces; <b>«No creo poder tocar el cielo con las
manos»</b>, una nueva traducción de poemas de Safo, otra poeta a quien
adoro, realizada por Pau Sabaté; y <b>«Cartas cerradas»</b>, de Ernestina de Champourcin, poeta de la Generación del 27, que… ¡autografió el ejemplar que yo tengo! (En los libros usados uno puede encontrar tesoros).<div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhEv_hOxKoXI02SgdfDa6Nb23Z9ud-AdhgfO602ZNDnb0LINDhL4so6WpNP5oOPcHKSkZn0I-oaPclhpIFm3Hk9fy0skz9hchJPJjBnTryMatjkGCm7Eb2YKsLop9xopZYC8SbrJZc3fGgpj4Tr7GY3dUyXEr19zWkPAzejqVNRv0YQILXe1n8HZfRJDw=s3120" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="3120" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhEv_hOxKoXI02SgdfDa6Nb23Z9ud-AdhgfO602ZNDnb0LINDhL4so6WpNP5oOPcHKSkZn0I-oaPclhpIFm3Hk9fy0skz9hchJPJjBnTryMatjkGCm7Eb2YKsLop9xopZYC8SbrJZc3fGgpj4Tr7GY3dUyXEr19zWkPAzejqVNRv0YQILXe1n8HZfRJDw=s320" width="320" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjH4x4grZU_jsckuaxWrFCAfyxvpWn7A_yLCi_DRtnXEfEKPk3nk0U1yUJDEymiWJ9HacTGycYU3gSGvR8COXxS74_WHBDVVLu05fB9-tcxnjOsmnUGU2Y2-zXLPmJFsKTjsXTFggAjmyLTw7njfbPVVRhS8JFv7zDIfBfRVq3TBBiElFoeWOzaI63CrA=s3120" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="3120" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjH4x4grZU_jsckuaxWrFCAfyxvpWn7A_yLCi_DRtnXEfEKPk3nk0U1yUJDEymiWJ9HacTGycYU3gSGvR8COXxS74_WHBDVVLu05fB9-tcxnjOsmnUGU2Y2-zXLPmJFsKTjsXTFggAjmyLTw7njfbPVVRhS8JFv7zDIfBfRVq3TBBiElFoeWOzaI63CrA=s320" width="320" /></a></div><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div>Leí el ensayo <b>«Felicidad tóxica. El lado oscuro del pensamiento positivo»</b>,
de Rafael Pardo. Un análisis muy fundamentado de ese pensamiento ligero y falso
que se nos quiere imponer a través de los medios y la publicidad.</div><o:p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div></o:p>Y leí un libro de cuentos, <b>«Esto
no es cuento»</b>, la segunda antología del Taller Palabra y Obra, que contiene
cuentos que hablan sobre la discriminación y la violencia contra las mujeres. Muy buenos cuentos breves, que recomiendo mucho.<div><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 12pt;">Y por último, otras novelas que
me dieron, como se decía antes, ratos deliciosos: <b>«La hierba de las noches»</b>,
de Patrick Modiano, que es un detective del recuerdo y un arquitecto de la nostalgia; <b>«La
princesa de Cl</b><b>èves»</b>,
de Madame de Lafayette, una novela del siglo XVII, de ritmo adictivo, y que es la primera novela psicológica; <b>«Las intermitencias de la muerte»</b>,
también de Saramago, bastante a propósito para pensarnos en medio de una pandemia; <b>«La multitud errante»</b>, de la gran narradora colombiana Laura
Restrepo, una novela ambientada en la guerra de Colombia y que habla, como el título lo deja entrever, del desplazamiento forzado; y <b>«El
jardín de la primavera»</b>, de Tomoka Shibasaki, una novela extraña y delicada, que nos lleva a abrir los ojos a los detalles de nuestro modo de vivir y de los lugares que habitamos.</p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 12pt;">He querido hablar de mis lecturas para compartir lo que he visto; creo que siempre es interesante poder ver la
mesa de libros de otros: cómo pensamos, cómo sentimos, cómo vemos y
cómo construimos el mundo. Muestro estas instantáneas de mi mundo.</p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 12pt;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 12pt;">Que el 2021 nos traiga cosas
buenas: salud, bienestar, inspiración, buena compañía, incluida la de los
libros.</p></div></div>Unknownnoreply@blogger.com0